Agricultores llevan su protesta contra costos y burocracia a cumbre de la UE

A todo motor, cientos de agricultores con sus tractores protestan y bloquean las calles a pocos pasos de la sede del Parlamento Europeo, en Bruselas.

La Comisión Europea, responsable de fijar la política agrícola y comercial del bloque, también está bajo presión. Su titular, Ursula von der Leyen, avanzó este jueves que trabajarán para “reducir la carga administrativa” de los agricultores.

El Ejecutivo comunitario ya había anunciado un mecanismo para limitar las importaciones de Ucrania, sobre todo de aves de corral, y derogar en 2024 la obligación de dejar un 4 por cientode tierras arables en barbecho, como establece la nueva Política Agrícola Común (PAC).

Algunos de los manifestantes lanzaron piedras contras las fuerzas de seguridad que les impiden acercarse más al área que también alberga la sede de la Comisión Europea y el Consejo Europeo, mientras los líderes de los 27 países participan en la cumbre de la UE.

Otros arrojaron huevos que impactaron en las ventanas del edificio de la Eurocámara, mientras el humo se elevaba por las calles de otros puntos del centro de Bruselas, producto del fuego que prendieron a las barricadas.

Aunque el encuentro fue convocado con Ucrania como tema central, el movimiento de los trabajadores del campo en el continente ha sido tal en las últimas semanas que su difícil situación logró ser incluida en la agenda de discusión este jueves, confirmó el primer ministro belga, Alexander De Croo.

“También debemos asegurarnos de que puedan obtener el precio correcto por los productos de alta calidad que ofrecen. También debemos asegurarnos de que la carga administrativa que tienen siga siendo razonable”, afirmó De Croo, cuyo país ocupa actualmente la presidencia de la UE.

Las protestas que inició a finales de 2023 en países como Alemania y Polonia, siguió en Francia hace más de dos semanas, donde los agricultores siguen bloqueando importantes vías en el país y esta semana las movilizaciones también se trasladaron a las calles de varias localidades de Bélgica, incluida Bruselas.