"Papa Francisco ofrece disculpas por manotear a mujer que le jaló la mano"

"Muchas veces perdemos la paciencia, también yo, dice el Sumo Pontífice tras el incidente en la plaza de San Pedro"

El Papa Francisco ofreció disculpas este miércoles 1 de enero del 2020, por reprender ayer martes 31 de diciembre del 2019, a una mujer que le agarró bruscamente de la mano y le jaló hacia ella, cuando el sumo pontífice de la iglesia Católica saludaba a los fieles en la plaza de San Pedro.

"Muchas veces perdemos la paciencia, también yo. Pido perdón por el mal ejemplo de ayer", señaló el religioso argentino Jorge Mario Bergoglio desde la ventana del palacio apostólico de El Vaticano y momentos antes del rezo del Ángelus.

"Toda violencia infligida a la mujer es una profanación de Dios [...] Cuántas veces el cuerpo de la mujer se sacrifica en los altares profanos de la publicidad, del lucro, de la pornografía, explotado como un terreno para utilizar", señaló Francisco.

El cuerpo de la mujer "debe ser liberado del consumismo, debe ser respetado y honrado [...] De cómo tratamos el cuerpo de la mujer comprendemos nuestro nivel de humanidad [...] Hoy, incluso la maternidad es humillada, porque el único crecimiento que nos interesa es el crecimiento económico", declaró el Papa.

"Hay madres que se arriesgan a viajes peligrosos para tratar desesperadamente de dar un mejor futuro al fruto del útero, siendo juzgadas por personas cuyos vientres están llenos de cosas, pero cuyos corazones están vacíos de amor", abundó el religioso argentino.

El Papa Francisco, de 83 años de edad, ofició este día la primera misa del año en la basílica de San Pedro de El Vaticano y ofreció una homilía en la que condenó con firmeza la violencia, la humillación y las ofensas que sufren con frecuencia las mujeres.

Después acudió al palacio apostólico vaticano para rezar el Ángelus junto a los congregados en la Plaza de San Pedro, donde aprovechó la ocasión para disculparse por su reacción con una mujer que le agarró el martes fuertemente la mano con la intención de saludarlo.

La mujer se encontraba detrás de las barreras de seguridad de la plaza, junto a otros fieles, y cuando el religioso argentino se acercó le atrajo de forma repentina hacia ella. Bergoglio, molesto, trató de retirarse y después golpeó la mano de la mujer en señal de reprimenda, mientras sus agentes de seguridad se acercaron en su ayuda.

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