Planea Biden más restricciones para conceder asilo a migrantes

Este jueves, el Gobierno de Estados Unidos anunciará una nueva ley que está diseñada para permitir a los funcionarios de inmigración deportar a los migrantes que no son elegibles para asilo estadounidense en una etapa más temprana del proceso.

De acuerdo a la CNN, la medida se produce mientras la Casa Blanca trata de endurecer su posición en la frontera entre Estados Unidos y México.

El senador demócrata Chris Murphy reconoció el miércoles que la administración busca cambios en el sistema de asilo, pero señaló que sin legislación, hacer cambios a gran escala en el sistema de asilo es muy difícil.

De acuero a medios estadounidenses, la norma propuesta permitiría a los funcionarios de inmigración rechazar rápidamente a algunos inmigrantes para que no soliciten asilo en una etapa más temprana del proceso si se determina que no son elegibles.

Según una fuente, no se espera que la regulación, que aún necesitaría pasar por un periodo de comentarios públicos, arroje una red más amplia de personas a las que se les restringiría la posibilidad de solicitar asilo.

La regulación del Departamento de Seguridad Nacional se aplicaría a los migrantes que soliciten asilo después de cruzar ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México.

Instruiría a los funcionarios de asilo del gobierno a aplicar ciertas barreras al asilo que ya forman parte de la ley estadounidense durante las llamadas “entrevistas de miedo creíble”.

Este es el primer paso en el proceso de asilo que lleva años. Quienes aprueban estas entrevistas pueden solicitar asilo ante un juez de inmigración, mientras que quienes no las superan pueden ser deportados rápidamente, explicaron.

Los inmigrantes a los que la ley estadounidense prohíbe el asilo incluyen aquellos que puedan representar un peligro para la seguridad pública o nacional.

La regla permitiría a los funcionarios rechazar y deportar a los inmigrantes en estas categorías poco después de que crucen la frontera.

La regulación, que tiene un alcance relativamente limitado, es una de varias acciones que la administración Biden ha estado considerando para restringir el acceso al sistema de asilo estadounidense en medio de un aumento en las solicitudes en los últimos años, impulsadas en su mayoría por migrantes que cruzan ilegalmente la frontera sur.