El concepto jackpot es de gran popularidad en el mundo del juego y de las apuestas y ya se ha normalizado en nuestro día a día. Se trata de un sistema de pago o premio que va en aumento cada vez que los jugadores participan y no consiguen hacerse con el bote final. Por cada jugada se establece una regla y porcentaje predeterminado. En la actualidad, actúa como sinónimo total de gran premio, aunque se le sigue vinculando, sobre todo, al mundo de las prácticas de casinos y salones de juego. De hecho, su origen así lo confirma.
La palabra nació a finales del siglo XIX en una modalidad de póker que exigía una cantidad pequeña de dinero a aquellos que querían participar. Entonces, empezaba la partida aquel integrante de la mesa que contaba con una mano con jotas en la baraja inglesa, “jack” en inglés, o mejor. Si nadie cumplía esta norma, las cantidades recogidas se acumulaban hasta la siguiente ronda. Así pues, nació traducido al español como “pozo de jotas”, el jackpot. De ahí, se fue extendiendo a otros juegos y entretenimientos.
Los juegos que contemplan el bote progresivo
El jackpot casino está disponible en diferentes opciones en su versión online, como se puede ver en las tragamonedas, aunque se encuentra a su vez en diferentes pasatiempos. Estos se contemplan como un bote progresivo, cuyas cantidades van en aumento en función del número de jugadores en un mismo juego. Así pues, cuantas más personas tratan de alcanzar el premio final, más aumenta de cantidad este de forma automática y recopilando parte del crédito jugado.
De hecho, su origen específico en los salones de juego tiene como fecha el 1986. Entonces se desarrolló la primera slot mecánica con este sistema de premios, sin límites para el gran bote. Fue implementada en Estados Unidos, uno de los países más globalizados, y el primer premio que repartió fue de alrededor de cinco millones de dólares un año después de su creación. Visto su éxito, este modelo se fue expandiendo por el territorio americano y otros países, hasta llegar al campo online ya a finales del siglo pasado y entrando en el actual.
Otro de los ejemplos de premios con jackpots son las loterías, que ya lo realizaban incluso antes de que se normalizara esta nomenclatura. Ya estemos hablando de juegos a nivel nacional o internacional, donde se da sobre todo en el viejo continente, siguen el mismo modelo. Según la cantidad de participantes y la suerte que estos hayan tenido, el premio de la próxima edición será de mayor o menor cuantía. En caso de no otorgar el premio, se acumula para la siguiente semana y así hasta que se entrega definitivamente.
El póker online también presenta algunas modalidades destacables. En internet, donde muchos mexicanos le dedican gran parte del día, ha caído de pie el Caribbean Stud Poker. Esta variante, a diferencia de las más populares en línea, se juega contra la casa, no con los otros jugadores que integran la mesa como rivales. Primero, se debe tener mejor mano que el rival. Y segundo, dependiendo de la combinación y los valores de las cartas, se otorgará o no uno de los premios. La escalera real es lo más valorado.
Sobre todo, después de la inclusión de la tecnología streaming y las emisiones en directo, el jackpot también se puede ver en varias de las actividades de casino online que antes no lo contemplaban. Dos de los casos evidentes son el blackjack y la ruleta, que ahora se presentan en tiempo real y con la ayuda de un crupier, que es el encargado de dirigir la sesión al otro lado de la pantalla. Parte del crédito que se pone en juego, donde el porcentaje dependerá de las normas de cada título, se destina a incrementar el bote final.
Otros aspectos a conocer de los jackpots
Los jackpots, a pesar de su popularidad, no son el único sistema de premios que podemos encontrar en juegos como los mencionados en el anterior apartado. Su gran competidor, más antiguo y longevo en el tiempo, son los botes fijos. Como su nombre bien indica, son premios que siempre mantienen la misma cantidad, totalmente invariable e independiente de todos los factores que puedan influir. Las cantidades son las mismas y, en comparación, suelen ser algo más modestas que los botes progresivos.
Otro aspecto que tener en cuenta en el momento de elegir una opción de ocio por el premio a ganar es cómo funciona la acumulación de cantidades. Las hay de tres tipos y muy fáciles de entender. Primero, las de dentro del propio juego, como podrían ser una categoría concreta de lotería nacional. La segunda, dentro de una red de juegos, algo que suele suceder cuando varios títulos comparten desarrollador. Y, en tercer lugar, de múltiples casinos, que acumula y no tiene en cuenta la plataforma de procedencia de los usuarios.
Conseguir el gran bote final es tarea complicada y totalmente aleatoria por parte del usuario. Se pueden definir estrategias, cantidades exactas a depositar o los momentos en los que es positivo aumentar la apuesta; pero no hay nada escrito. Un detalle que sí que puede ser de ayuda antes de elegir el juego es consultar el RTP, siglas que significan el retorno para el jugador. Su porcentaje representa la cantidad de dinero, de media, que un jugador puede conseguir al realizar una apuesta. De este modo, cuando más elevada sea la cifra, más interesará el título en cuestión.
Jackpot ya es una palabra más de nuestro vocabulario y mucha gente la hace servir para expresar un premio, una alegría o una gran ventaja. Lo que pocos saben es que su origen está en la baraja de 52 cartas y que se ha ido expandiendo en el campo online hasta tener presencia en muchos de los juegos actuales vinculados al casino online y las apuestas. Se trata de uno de esos consejos que el campo virtual ha impulsado y que ya forman parte del día a día de muchos.