A dos años de su creación, coordinadores del ‘Desayunador Adulam’ ven a personas transformar su vida
Migrantes de Sudamérica que buscan el sueño americano, personas que duran hasta tres días sin comer e incluso indigentes que deciden superarse y encontrar trabajo, son algunos ejemplos de las personas que les ha tocado ayudar a María Madaí Luna y su esposo Juan Manuel Flores, gracias al comedor comunitario que llevan implementando desde hace dos años.
Para este joven matrimonio, les hace feliz repartir un plato de comida con agua a foráneos y personas en situación de vulnerabilidad -muchos de ellos adultos mayores-. Por ello es que un día decidieron juntar parte de sus ganancias para apoyar a los que menos tienen.
“Con ver una vida cambiada que se transformó de verla en la situación en la que estaba a un cambio total, con eso está pagado todo. Nosotros somos felices de ver que ellos están avanzando”, aseguró Juan Manuel Flores Cabrera, coordinador del comedor comunitario.
La comida creada denominada “Desayunador Adulam”, conformado también por un chef y dos hermanos de su Iglesia Cristiana, reparte alimentos todos los domingos en el área que se encuentra el memorial de las personas que murieron en el ‘trenazo’, pero también brindan la palabra de Dios en donde también les regalan esperanza y motivación para la situación que la persona esté viviendo.
“Y no es mucho lo que hacemos pero también les damos el alimento espiritual a través de la palabra de Dios, una palabra de fé, de esperanza de que sí se puede que no están solos, que podemos avanzar, que no tengamos miedo”, expresó María Madaí Luna Esquivel, coordinadora del desayunador.
Agregó que alguien, una vez llevó muchos pasteles que le regalaron de cumpleaños, el cual decidió donarlo a los migrantes, mientras que él solo se quedó con una rebanada.
también comentó que muchas personas se acercan a ellos y llevan sus donativos sin nada a cambio.
“Ciudadanos han venido a traer que algún pastel, que algunas bolsas de leche, galletas, pizzas [...] también tenemos apoyo de una nutrióloga, que es la que nos da el menú para darles todos los elementos necesarios que es el hierro, la proteína y carbohidrato porque a veces tienden a viajar y duran hasta tres días que no han probado alimento”.
Informaron que reparten un máximo de 50 platos de comida, mínimo 25 ya que depende mucho de la hora y el día en que pasa el tren.
“Hemos entregado folletos y gracias a Dios la gente viene, también algunos indigentes de aquí ven a los inmigrantes y les dicen: “sabes qué mañana hay un desayunador allá en el trenazo ahí en las vías”, entonces ellos mismos han pasado la voz”.
Juan Manuel, comentó que si algún mazatleco quiere ser parte del proyecto o llevar sus donativos, puede contactar con ellos a través de Facebook en la página Desayunador Adulam o acudir al sitio ubicado sobre avenida Santa Rosa a un costado de las vías del tren.