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Iglesia Católica

Adviento llama a la conversión y a construir paz, señala vicario de Mazatlán

Jaime Aguilar explica que el tiempo de adviento prepara para el nacimiento de Cristo y llama a vivir la metanoia, la unidad y la paz como camino espiritual
07/12/2025 13:28

MAZATLÁN._ En el tiempo de adviento que se vive actualmente, la Iglesia Católica se prepara para celebrar el nacimiento de Cristo, que es la Navidad, y a Él se le pide la paz, manifestó el vicario general de la Diócesis de Mazatlán, Jaime Aguilar Martínez.

“El adviento tiene una dinámica en imágenes para prepararnos para el nacimiento de Cristo, es una corona que significa el tiempo, pero al mismo tiempo estamos hablando de que no tiene ni principio ni fin, es decir, es el tiempo de Dios, y en ese tiempo de Dios nosotros aquí en el mundo lo significamos con cinco velitas”, añadió el sacerdote.

“Son cinco velitas, son cuatro domingos de adviento y la Navidad, entonces cada domingo de adviento nos va presentando alguna figura que nos está animando para prepararnos al encuentro con Cristo que viene”.

Aguilar Martínez precisó que Cristo viene al mundo en tres momentos: ya vino en la carne a través de su encarnación y por ello se celebra la Navidad.

A partir de ahí y especialmente después de su muerte y resurrección, a los discípulos se les hizo presente resucitado.

“Cristo viene continuamente resucitado y lo hace a través de la palabra y de todos los sacramentos como de personas, como de situaciones y como de todo aquello en el cual el ser humano descubre un llamado de parte de Él y que este la cambia el corazón, entonces estas son las tres venidas de Cristo”, reiteró el vicario general de la Diócesis de Mazatlán, que comprende todo el sur de Sinaloa.

“Nosotros ciertamente que nos vamos a preparar primero para la última, si nos preparamos para la última le vamos a dar sentido a la primera venida y a la que es continuamente, entonces la última venida es en la plenitud y para eso entonces cada domingo hay un signo de esa manera de prepararnos”.

El sacerdote precisó que el domingo pasado se habló de la preparación con la vigilancia diciendo que si un ladrón viene a robar, el dueño de la casa tiene que estar preparado cuidando que no entre; hay cosas que no se tienen que robar y entre ellas está la experiencia con Dios.

“Este domingo todo va en torno a cambiar el corazón o, como dice el texto bíblico, se le llama Metanoia, Meta y nus, meta significa más allá y el nus es el conocimiento, no se trata de un conocimiento en el sentido de dos más dos son cuatro, sino en el conocimiento por ejemplo de que yo sé que hay calor y que para que yo me pueda medio refrescar ocupo en el caso nuestro un aire acondicionado”, expresó.

“Pero cuando viene un airecito, ese airecito lo saboreo, ese es la cuestión acerca de la metanoia, o sea, un cambio de mentalidad, que ciertamente necesito de lo artificial, pero hay otras cosas naturales, acá también, necesito yo de la palabra, de todo lo que me oriente hacia Cristo, pero lo más interesante es que yo lo experimente o lo pueda yo mostrar o lo pueda vivir, entonces si yo me preparo en esto no voy a tener miedo el día del juicio porque ya descubrió dónde está lo interesante que es amar y ser amado, y de esta manera ir hacia allá. pero entonces yo tengo que descubrir dónde está ese modelo y ese modelo resulta que está en el Nacimiento”.

Reiteró que Dios ama tanto a la humanidad que por eso su hijo ha tomado la naturaleza humana y viene a hablar para que ese cambio de mentalidad o esta conversión se abra con un sentido en el amor y este es el sentido de todo lo que es el adviento.

“Del día 17 de noviembre hasta el día 24 (de diciembre) vamos a escuchar con los profetas que nos van a preparar para el nacimiento inmediato de Cristo, que es su nacimiento, y ahí vamos a escuchar continuamente que se le llamará príncipe de la paz, él no ha venido a dividir, ha venido a juntar, y cómo ha venido a juntar, aquí este es el problema, es decir, ciertamente que podemos pensar diferente, ciertamente que con nuestros sentimientos, que con nuestras creencias, con todo lo que nosotros contamos en nuestra vida podemos ser diferentes, ese no es el problema”, reiteró.

“El problema es que no sabemos unirnos, defendemos cada quien una verdad como si fuera la única y no se trata de defender, se trata de colaborar, se trata de aportar, entonces Cristo me dice tú ya encontraste muchas verdades, ahora yo quiero aportar esta verdad. Bien nos lo dijo en la primera lectura: que la verdad que Él aporta es de un tronco caído va resurgir un renuevo y que ese renuevo va florecer de esa raíz y de esa rama, se va engrandecer, esto es lo que realmente se le pide al Señor, que la paz de Él sea sembrada”.

Aguilar Martínez recalcó que la paz que se pide no es nada más metafórica, sino la experiencia de cada persona, que la verdadera paz está en hacer la paz y eso significa que cada uno tiene que colaborar en algo; no se trata, como dicen algunos, que la paz es que uno de los dos tiene que perder, no, los dos pueden ganar, pero ahí es donde se tiene que colaborar para pacificar.