Apresuran reapertura de palapas a la orilla de la playa en Mazatlán
Después del impacto que tuvieron por las intensas marejadas en las playas de Mazatlán, comerciantes apresuran la reapertura de palapas.
Luego de los daños estructurales que la rudeza de “Priscilla” les dejó, algunos negocios son rearmados, pero uno de ellos fue suspendido al levantar muro de contención de cemento en lugar de madera.
Tras un recorrido realizado por Noroeste Mazatlán, se detectó que gran parte de las palapas dañadas por la marejada del huracán Priscilla están siendo reconstruidos con madera y mobiliario, pero en dos levantaron muros de contención de cemento que no está permitido y una ha sido suspendida y en otro continúan con la cimbra.
Mientras que hay palapas como que están reabriendo, pero solo cambiaron tablones, reforzaron muros de madera para que estén listos y ofrezcan parte del encanto de la zona costera, describió Haidy Herrera, administradora del negocio a los servicios de mariscos que se ofrecen en la zona de playa de la avenida del mar.
“Desafortunadamente no tuvimos un aviso oportuno de las autoridades conducentes y perdimos alguna parte de las escaleras, del piso de madera y algunas partes que se llevó la rudeza de la marejada y la sorpresa”, expuso la cantante.
Herrera dijo que echando a perder se aprende y que de esta experiencia vivida al frente de la operación de la palapa “Fisherman” con 4 años operando, aprendió cómo trabajar junto a la naturaleza porque no se puede contra ella.
“Pero también somos parte del encanto del malecón, somos unos pequeños oasis donde el que anda caminando por la playa puede llegar a tomarse un trago y comer una comida rica, ofertamos gastronomía”.
Se dijo consciente de que las palapas estén en la playa, pero descartó dañar las zonas, sino ofrecer los servicios gastronómicos cerca de los turistas que pasean por las playas.
Tras abrir el sábado pasado, llamó a trabajar juntos porque las desgracias ocurren tanto en el mar como por la ciudad y pedir que no sean muy fuertes para mantener esta fuente de empleos y de ingresos para cuando mejore la situación de Mazatlán y de Sinaloa.
La prisa por reabrir se debe a que la situación ha sido difícil porque no ha llegado el turismo de otros años, sobre todo en el pasado verano que no hubo la suficiente clientela y las ventas esperadas.
“Ha estado bajón. En el verano se reportan bajas ventas en todos lados, hasta en los lugares icónicos... pero estamos esperanzados pensando en que pronto volvamos a ser el Mazatlán que siempre hemos sido, alegre, con bullicios y que vuelva y mejore la normalidad que teníamos, que aprendamos de los errores. Ojalá volvamos a tener el otro Mazatlán de vuelta”.