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Devoción

Cientos de personas acuden a la Catedral de Mazatlán para venerar a la Virgen de Guadalupe

Las familias acudieron a venerar a la Virgen de Guadalupe durante su festejo

Con la fe puesta en la Virgen de Guadalupe, con trajes de manta, arreglos florales y veladoras, cientos de personas visitaron la Catedral de la Inmaculada Concepción; desde la noche del lunes se abrieron las puertas para recibir a las personas que se reunieron en el templo para cantar las mañanitas a ‘La Morenita del Tepeyac’.

Este martes desde muy temprano cientos de creyentes acudieron para participar de las misas que se realizaron en distintos horarios, abarrotando el lugar, familias completas llegaron cargando sus arreglos florales y veladoras para la “Patrona de los mexicanos”, celebrando así el 492 aniversario de sus apariciones.

Esta festividad católica tiene la característica de ser heredada de manera generacional, como es el caso de la señora Angélica, quien a la medianoche cantó Las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe en la parroquia de su colonia y después se dió cita en Catedral junto a sus hijas Marina Angélica y Marisol y sus nietos Aldo Emmanuel y Eibin.

En esta ocasión el par de pequeños estaban vestidos de San Juan Diego, pero contó que cuando sus hijas eran niñas ella siempre las llevaba con sus trajes típicos en esta fecha y las enseñó a vivir la tradición como buenas guadalupanas, para ahora transmitir esa fe y devoción a sus hijos.

“Desde chiquitos los vestimos, es más desde meses, ellos reconocen a la Virgen y vienen con gusto cada año y en casa tenemos el altar de la Virgen, le pongo flores, luces, banderitas”, compartió Angélica.

Las personas aprovecharon para disfrutar de la verbena que se instaló desde el lunes por la tarde en los alrededores de la parroquia, en donde fue posible comprar algunos accesorios, juegos de niños, artesanías, artículos religiosos, flores y variedad de comida.

Además a las afueras del templo los sets fotográficos para tomar a los pequeñitos la foto tradicional del Día de la Virgen abundaban, con largas filas de familias que llevaban desde bebés de tan solo días de nacidos hasta niños y niñas más grandes, la mayoría de ellos vestidos con ropa alusiva a esta festividad católica o caracterizados de la Virgen de Guadalupe y San Juan Diego.

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