Continúan encharcamientos en Mazatlán por lluvias afectando a negocios en la vía pública

Raquel Luevanos y su esposo tienen un negocio de tacos en el Fraccionamiento Tellería, el cual se visto perjudicado por los charcos que dejó la lluvia la noche del domingo.

Al igual que pasa en la Avenida Cruz Lizárraga, locatarios y dueños de negocios en la calle Gabriel Luna de La Fuente padecen los charcos que dejan las lluvias, mismos que son causados por baches y alcantarillas tapadas, que tienen ya varios años sin recibir atención por parte de la autoridad.

Con todo el esfuerzo posible, Raquel Luevanos y su esposo tienen un negocio ambulante de tacos con el que buscan ganarse la vida, pues al ser personas de la tercera edad, no les alcanza con la pensión que reciben. Sin embargo, los encharcamientos son un problema con el que deben lidiar cada temporada de lluvias.

”Aquí tenemos esta problemática (de la inundación), hay días que cuando se nos vienen los huracanes, nosotros no podemos venir a trabajar y pues somos personas de la tercera edad y vivimos de eso. Claro, recibimos el apoyo de López Obrador, pero es cada dos meses y pues no nos va a durar todo ese tiempo”, dijo Raquel Luevanos.

”Sí quisiera que nos brindaran una atención porque es nuestra fuente de trabajo, aparte usted y todos ven cómo se inunda bien feo y pues ya no permite entrar. Igualmente toda la (Avenida) Cruz Lizárraga cuando vienen los huracanes se llena hasta el Acuario y toda esta agua llega aquí”.

Indicó que incluso el personal de las oficinas Vialidad y Transporte, la cual se encuentra en esa misma zona, han mandan a traer aurigas para sacar a los trabajadores en ellas por los charcos que se crean; mientras que trabajadores de la Unidad Administrativa han sufrido percances con los baches sin reparar en esa misma calle.

”Incluso la carretera tiene unas grietas que las señoritas, las que trabajan en la Unidad Administrativa, por llevar tacones se les dobla su pie. Hubo el caso de una que duró un mes incapacitada; no sé qué se lesionó entre su tobillo y todo, pero eso le pasó a ella”.

Contó que de tanto tiempo que tarda en desahogar toda esa agua estancada, con los días se hace un olor muy feo que los obliga a utilizar cloro y otros productos para tapar ese hedor; ya que su negocio es de comida y por ende afecta directamente a los clientes.

”Nos afecta mucho porque pues son días que no se trabaja, e incluso duramos hasta una semana sin venir por todo lo que tarda en que se desahogue. Y si no se desahoga ahora en todo el día, para mañana huele muy feo, está horrible, es una peste que no se aguanta y yo con comida; entonces ¿pues qué hacemos?”.

Raquel señaló que solo tiene permiso para vender en esa calle del Fraccionamiento Tellería, por lo que no se pueden mover a otro lado; aunque en avenidas aledañas como la Río Baluarte también sufren de charcos estancados. No obstante, pide que el Gobierno atienda está situación con nuevos encarpetados para tener una calle pareja y no sigan las inundaciones.

”Pues nada, a seguirle aquí con la bendición de Dios. Si sigue lloviendo, pues nos vamos así como llegamos, ya que no me puedo poner acá a la vuelta porque el Municipio viene y me quita, mi permiso es aquí en esta área. Digo yo, si el Gobierno permitiera que me pusiera a la vuelta, allá no se inunda, otra cosa sería”.