Corte de árbol centenario en Villa Unión desata opiniones divididas
MAZATLÁN._ Debido a reportes de que ya no contaba con vida silvestre y que sus ramas representaban un peligro al caer, el pasado lunes 30 de junio fue derribado el llamado “Ceiba de Villa Unión”, un árbol de más de 100 años que se había convertido en símbolo para la sindicatura.
El hecho generó opiniones divididas en redes sociales y entre habitantes de la comunidad.
Por una parte, se dijo que tras la remodelación de la Primaria Sixto Osuna, ubicada en el Centro de Villa Unión, gente de la escuela levantó el reporte de que el árbol estaba seco y cayéndose poco a poco, por lo que personal de Parques y Jardines se hizo cargo de su retiro.
Santiago Guerrero, quien tiene su puesto de Mariscos “El Chago” justo a un lado de donde estaba el árbol, mencionó que este ya no tenía vida desde hace años, por lo que era necesario tumbarlo.
Sin embargo, entiende que es triste su retiro, pues en su momento era único en Villa Unión, de los más grandes, de los más viejos y con mejor sombra.
“Lo que afectaba era que ya estaba seco y se estaban cayendo partes del árbol, cáscaras. Y aquí es pasadera de niños a la escuela, aquí pegado tenemos la escuela; entonces ese era el único problema. Ya tenía dos años que ya no echaba hoja y ya estaba completamente seco, así que la escuela lo reportó y también los negocios aquí alrededor, porque ya estaba seco y ya era un peligro”, contó Santiago.
Fue el sábado 28 de junio cuando el personal del Ayuntamiento acudió a Villa Unión para comenzar a cortar el árbol; sin embargo, fue hasta el lunes 30 cuando lo derribaron por completo.
Tras ese hecho, muchas personas en redes sociales se manifiestaron por el corte del árbol centenario.
Don Santiago explicó que mucha gente que no estuvo de acuerdo con la decisión son personas que no viven en esta zona de la calle Francisco I. Madero, así que no padecieron la caída de las ramas.
No obstante, señaló que él mismo se ha dedicado a plantar más arbolitos en el lugar para que se genere más sombra.
“Yo planté esos tres arbolitos, son esos que crecen rápido, rápido, y dan sombra, porque sí hace falta la sombra aquí, como la que daba el ceiba. Aquí venía gente grande, aquí platicaba conmigo y me decían que tenía arribita de 100 años y que era parte de la localidad”, apuntó.
