‘Diosito es grande y nos dejó que recibiéramos a Bárbara anoche’, comparte el doctor Porfirio Lango
Tener a Barbara y a su esposo en tierras mazatlecas le devolvió la paz a su familia, narró en entrevista exclusiva para Noroeste, el doctor Porfirio Lango Obregón, padre de la doctora Bárbara Lango, al reencontrarse con ella después de un mes de angustia.
Su primer sentimiento fue el amor y su reacción fue besarla y llorar, luego de permanecer atrapada junto a su esposo Sulaiman Alfayoumi, en la Franja de Gaza, tras el estallido del conflicto entre el grupo terrorista Hamás e Israel, el pasado 7 de octubre.
“Fue una paz que nos llegó súbita, aunque sabíamos que ya estaba fuera de la zona de conflicto, pues no dejas de estar como cuando tus hijos se van a una fiesta, estás esperando que lleguen, si cuando se van a la disco está uno angustiado esperando su regreso, imagínate cuando sabes que vienen de un sitio tan cruel y en un viaje tan largo”, expresó Porfirio Lango.
“Bendito sea Dios ya nuestra hija está en su casa aquí en Mazatlán, en compañía de su esposo, intentando reponerse de todas las vicisitudes y todo los desvelos que tuvieron por allá”, dijo.
La comunicación entre Porfirio y su hija fue constante durante este tiempo, además aseguró que fue una suerte encontrar boletos para que se hiciera conexión inmediata de la Ciudad de México a Mazatlán, pues después de haber recorrido de El Cairo a París, de París a Ciudad de México, creyeron que la pareja iba a pernoctar lejos de casa.
“Fue una suerte haber encontrado boletos para que pudieran hacer conexión inmediata, siempre pensamos que probablemente iban a tener que pernoctar en México, para venirse el día de hoy, Diosito es grande y nos dejó que la recibiéramos anoche”, comentó.
La trayectoria de la doctora Bárbara Lango en misiones
La mazatleca Barbara Lango tenía cerca de seis años trabajando con Médicos Sin Fronteras en diferentes misiones, la mayoría en sitios de desastre o en situaciones de alto riesgo, por lo que llegó a una misión a la Franja de Gaza el año pasado, en donde echó a andar las unidades de quemados del Hospital de Al-Shifa y en el de Nasser.
Despues de terminar su contrato en las unidades de quemados, en diciembre del año pasado, este año ella volvió a entrar a Gaza, pero ya no como personal de Médicos Sin Fronteras, sino como la esposa de un ciudadano palestino.
Este hecho fue un factor que dificultó la salida de Barbara y su esposo Sulaiman, ya que la población Palestina no estaba autorizada para salir, al final se logró porque legalmente están casados y el trámite de revalidación del matrimonio se estaba llevando a cabo en la Embajada mexicana en Palestina, contó el padre de Barbara, así los diplomáticos pudieron demostrar el vínculo entre ambos.
“He tenido el corazón apachurrado todo este mes y la preocupación, el saber, estaba yo 100 por ciento consciente del peligro en el que se encontraba mi hija y toda la familia, el peligro era de muerte continuamente”, compartió.
“Bendito sea Dios desde anoche llegaron a Mazatlán, pero lo primero fue, se quisieron dar un baño y acostarse a dormir, ahorita no sé si ya hayan despertado la verdad, yo espero que sigan dormidos, parece increíble, ellos tienen más de un mes sin dormir y el último día fueron 24 horas sentados en diferentes aviones y aeropuertos, eso es fatigante”, detalló.
Agradeció a las autoridades diplomáticas mexicanas, a la Canciller Alicia Barcena; a Hugo Corzo por apoyarlo a ponerse en contacto con las autoridades pertinentes para hacer la gestión en Palestina, y a los operativos de campo que coordinaron la salida de Barbara y Sulaiman, Julio y Hector, este último que aparece con ellos en la foto que ha circulado en redes sociales.
“La frase que jamás se me va a olvidar que ella (la Canciller) tan adecuadamente empleo, de que ‘aún en las guerras hay leyes, hay reglas’, eso me dejó ver la determinación de la señora Bárcena para resolver este problema”, dijo.
En su familia tienen la esperanza de que los mexicanos que siguen retenidos todavía, puedan ser liberados y con la confianza en que el cuerpo diplomático se encuentra negociando esa salida, por lo que señaló que si se trata del mismo equipo que trabajó por la salida de su hija, existe una alta probabilidad de éxito.
De la misma manera externó su preocupación de que su familia política, la cual acogió a Barbara con mucho cariño, todavía se encuentra en ese territorio, por lo que no están del todo tranquilos y seguirán haciendo las labores pertinentes que estén en sus manos para garantizar que se encuentren sanos y salvos.
El doctor Porfirio pidió a la población a sumarse al llamado de exigir un alto al fuego y que se abran las barreras para permitir el flujo de ayuda humanitaria adecuado hacia la gente que tiene sufriendo tanto tiempo.
