El Profe Daniel, 30 años de vocación docente dedicado a educar a la juventud

MAZATLÁN._ El tener 30 años en el aula y cientos de alumnos que han pasado por sus clases, es el resultado de cuando no se escoge la profesión, sino la profesión te escoge a ti, así se narra la historia del profesor Jesús Daniel Zataráin Chavez, mejor conocido por sus alumnos en la Sindicatura de Villa Unión, de la secundaria Federal número siete “Octavio Paz Lozano”, cómo el ‘Profe Daniel’.

“Para ser maestro se necesita vocación, porque le van a batallar, van a sufrir el sacrificio que tienen que estar en continua preparación y tener la voluntad; destinar días libres como fines de semana o vacaciones para seguirse preparando, para que finalmente ellos puedan tener un ingreso acorde con ese trabajo que van a desarrollar”, expresó el profesor.

Con una licenciatura en Administración de Empresas, emprendió su camino a la Ciudad de México para trabajar en la Secretaría de Educación Pública en el área de recursos financieros, sin imaginar que un par de años más tarde regresaría a Mazatlán para convertirse en docente de secundaria en el área de humanidades.

Después de su labor en el Distrito Federal y su regreso a Sinaloa para estar ocho meses en Navolato; se dedicó a ser asesor técnico pedagógico en una supervisión escolar y posteriormente fue nombrado maestro en el área de humanidades, de las materias de historia de México e historia universal desde 1999 en Villa Unión, en dónde es muy querido.

“Fueron posiciones del destino y yo como el licenciado en Administración de Empresas di muchas veces cursos de capacitación, porque primero trabajé en la iniciativa privada unos tres años y desde entonces ya se me daba y me daba mucho gusto, aparte de las bases que tienes cuando estás en una buena escuela, cómo en las que estuvimos en primaria secundaria y preparatoria. Tuvimos maestros muy buenos y uno trata de emularlos desde la imagen, como vestir, porque decía mi papá ‘para ser, hay que parecer’”.

La familia es el mayor apoyo

En estas tres décadas frente a grupo, si algo ha marcado una diferencia, colaborando para que la labor de la docencia y el peso de la responsabilidad de educar a tantos jóvenes haya sido más llevadera, es el apoyo de su familia.

“El apoyo siempre es muy importante sobre todo de la esposa y la familia que comprendan que nuestro trabajo no se circunscribe a estar en el aula, estar de siete de la mañana a tres de la tarde en la escuela, sino que uno muchas veces llega de la escuela y continúa con su trabajo escolar en la casa”.

“Estamos hablando de hacer planeaciones, de calificar porque tenemos que hacer una evaluación muy objetiva de los muchachos, y eso es a conciencia. Entonces muchas veces también trabajamos los sábados más cuando estamos en continua, preparación y estamos haciendo cursos o diplomados para poder nosotros obtener un mejor ingreso”.

La satisfacción de la docencia

“Efectivamente esta profesión tiene mucha satisfacción y sobre todo eso, tengo por ahí tres copias de títulos de muchachos que en su momento pretendieron dejar la escuela, por ahí tengo una copia del título de un náutico y de un médico, que me llevaron en agradecimiento; y sobretodo cuando voy con mis hijas, mis nietos, mi esposa y andamos en alguna plaza con mucho gusto nos saludan”.

Muchos de los compañeros del ‘Profe Daniel’ alentaban a las madres de familia de jóvenes que expresaban el deseo de abandonar los estudios, a recurrir a él, para que sirviera de mediador, alentará y convenciera a los muchachos de continuar, entonces usando sus dotes de administrador y las bases de psicología, logró salvar a varios chicos

“Cuando somos profesores de tiempo completo, nos toca hacer tutores y asesores de grupo, y uno les da una atención a las madres de familia, un seguimiento constante con las calificaciones de los muchachos”.

Los jóvenes en Villa Unión

Ser asesor de grupos implica involucrarse a fondo con cada uno de los muchachos y en la Sindicatura de Villa Unión la disposición de los padres de familia, principalmente de las mamás y la nobleza de los jóvenes ha dado buenos resultados.

“Hay un constante involucramiento con los padres de familia, es una de las ventajas y el por qué yo todavía permanezco en Villa Unión, es porque allá todavía son muy nobles los muchachos y los padres de familia también atienden a sus hijos. Hay más madres amas de casa que aquí en la ciudad en donde trabaja el papá y la mamá, entonces ya no hay la supervisión que había antes con nosotros cuando éramos estudiantes”.

El docente debe ser valorado

Los años han pasado y muy distantes están los tiempos que el maestro era la figura ejemplar, respetada y bien remunerada por su importante labor, tres aspectos que deben rescatarse, señaló el profesor.

“Qué nos vuelva a valorar la sociedad y también el gobierno. Yo siento que se debe de pagar mejor, deben tener un maestro los ingresos acordes a la habilidad que tenga, a la preparación que tenga y al tiempo que le destine a su trabajo frente a grupo. En el caso de nosotros, los maestros de secundaria tienen que ser acorde con el sacrificio que hacemos porque no es fácil. Yo ya quisiera ver a otro compañero de cualquier otra profesión que no sea la docencia, meterse al grupo de 30 o 40 muchachos y tenerlos tranquilos”.

“Ahorita por desgracia, ya el alumno y el padre de familia se han convertido en clientes, y tú sabes que el cliente siempre tiene la razón, entonces son de las cosas que no estoy de acuerdo porque nosotros tenemos que enseñarles a los muchachos, pero finalmente la educación viene de casa, entonces tienen que invertir los padres de familia en valores otra vez”.

“Pero de entrada si es mal pagado el ser maestro en la actualidad, a reserva de qué tengas tiempo completo, pero también el tiempo completo se gana con años de servicio. Entonces si van a tener tiempo completo a los 15 o 20 años de servicio, entonces ya pagaron pasaron 20 años en que no se cumplían con sus expectativas y sus necesidades básicas”

La pandemia fue un reto

La pandemia fue un gran reto para los docentes, principalmente los de escuelas semi urbanas, en este caso reconoció la importancia de las ‘Tics’, en las que afortunadamente la Secretaría de Educación Pública les había capacitado, aún sin saber que se venía esa pandemia y que íbamos a utilizarlas para poder impartir el conocimiento a los alumnos a través de las redes.

“Nosotros hubiésemos querido que hubiese estado mejor, pero se daba una problemática, porque por ejemplo, específicamente en Villa unión, las personas no tienen los recursos de una ciudad como Mazatlán, sin embargo se hizo el esfuerzo”, contó.

“Pero muchas familias no tenían internet, entonces teníamos que utilizar otro tipo de estrategias para que nosotros pudiéramos impartir el conocimiento a los muchachos”.

Al abandonar el aula

La jubilación viene acompañada de nuevos proyectos, la misión “está cumplida”, y lo que sigue es disfrutar la energía que aún queda, dijo.

“Precisamente porque estoy fuerte me voy, para que me quiero ir cuando ya no esté fuerte, entonces tenemos proyectos de emprendimiento y disfrutar de la familia, eso es lo que aspiro y cultivar las amistades que tengo tanto en el magisterio como de manera personal”.

El reconocimiento

Sus tres décadas en la docencia le hacen acreedor a la medalla de plata Rafael Ramírez, es un estímulo que consta de un reconocimiento, una medalla de plata y un cheque, el cuál se entrega este miércoles 15 de mayo en el Teatro Ángela Peralta.

“En la ciudad de México, el 1 de septiembre de 1993, firmé mi Formato Único de Personal y decía ahí fecha de jubilación 1 de septiembre de 2023, y decía yo ‘uff apenas voy a entrando, voy iniciando’ y ahorita volteo y digo ‘mira todo lo que ha pasado y el tiempo’, no hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla. Y yo siempre dije cumplo los 30 años y me retiro, y es factible que ahora en octubre que entra a la prejubilatoria de los maestros que se van a jubilar, nos vayamos, mi sentir es misión cumplida y contento, satisfecho”.