"Empieza a temblar y se me hace bolita: papá de Valentina"
Los días pasan y a Valentina “N”, de 6 años, los disparos que realizaron policías federales cuando viajaba en el automóvil de su abuela materna, en la autopista Mazatlán-Culiacán, aún le retumban en los oídos.
Los escucha una y otra vez, al grado de que le quitan el sueño.
Y es que por un disparo, sufrió la amputación de una pierna.
Aunque dormir le cuesta trabajo, lo logra después de llorar un buen rato, pero lo que aún no puede hacer es subirse a un carro sin temblar.
“Todo su cuerpecito empieza a temblar y se me hace bolita, teme que vuelva a pasar, cuando el carro avanza, contrae su cuerpo en señal de miedo”, expresa Emilio Miranda, papá de la menor.
Enfrentarse a la nueva realidad en la que vivirá no ha sido fácil para su pequeña.
“Ella se despierta por las noches gritando que tiene sangre, de hecho, ella llegó casi desangrada al ISSSTE en Culiacán, así que imagínese lo que es para ella recordar esos momentos”.
Y es que a decir de Emilio, a tres días de que su hija haya sido dada de alta del Hospital Pediátrico de Sinaloa, donde los trataron de la mejor manera y no pagaron nada, ninguna institución en Mazatlán ha buscado a su hija para ofrecerle ayuda.
“Nadie se ha acercado, ni el DIF, en Culiacán sí, aquí no, y eso me duele, porque sí necesitamos apoyo médico y psicológico, soy vendedor de playa y trabajo o cuido a mi niña, la comida no falta, pero ahorita ella depende de mí, soy su único respaldo”, comenta.
Valentina ya accedió regresar a la escuela, así que al volver de vacaciones ella estará en su salón de clases.
“Y cuando digo que necesitamos la ayuda ambos, es porque así es, yo me siento muy mal, porque ella no quería ir al viaje, pero yo insistí para que se paseara”...
Ayer, decenas de personas acudieron al desayuno pro fondos que se realizó en las instalaciones del plantel.