"‘Es mucho el calor que nuestro cuerpo absorbe’"

Como pueden, Carmen Domenech Reyes y Martina García se protegen del calor asfixiante que les provoca trabajar en una tortillería.

Aunque aman su trabajo y lo hacen de la mejor manera, la realidad es que las altas temperaturas les cambian la vida.

Doña Carmen se refresca constantemente con agua, pero doña Martina, cuando el calor arrecia, no puede evitar tomarse su limonada bien fría.

Por si fuera poco, no pueden llegar a casa y darse un buen baño, pues temen tener problemas con las articulaciones, ya que por más que reposen para bañar, su cuerpo no se enfría.

Ambas entran a las 5:00 horas y salen a las 17:00 horas.

“Trabajamos 12 horas, así que imagínese 12 horas en el calorón, porque aquí, en la tortillería, hace más calor del normal, y eso que tenemos dos abaniquitos”, dice Carmen.

Por su parte, Martina dice que para evitar enfermarse, se baña a las 4:00 de la mañana todos los días, haga calor o frío.

“Yo me baño a esa hora y ya no puedo bañarme hasta el otro día, ni modo, me tengo qué cuidar, es mucho el calor que nuestro cuerpo absorbe, al grado de que si nos mojamos, cuando estemos más viejas no vamos a soportar las reumas”, explica la mujer.

Carmen y Martina laboran en la tortillería La Nueva Monarca, ubicada en el Mercado Municipal “Miguel Hidalgo”, y además de tortillas de maíz, de las cuales elaboran más de 300 kilos, venden frijoles cocidos y derivados de la tortilla como tostadas y totopos.

“Trabajamos 12 horas, así que imagínese 12 horas en el calorón, porque aquí, en la tortillería, hace más calor del normal, y eso que tenemos dos abaniquitos”.

Carmen Domenech

Empleada de tortillería