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Cambio climático

¿Está Mazatlán listo para enfrentar un huracán como ‘Otis’?

Advierte Conselva que el puerto tiene una vulnerabilidad física muy alta, tanto por sus condiciones geográficas, como por ser muy susceptible e incapaz de hacer frente a los estragos del cambio climático

Ante las afectaciones causadas por Otis en Acapulco, ¿está Mazatlán listo para enfrentar un huracán de ese nivel?, es la pregunta que plantea la organización Conselva, y se responde: NO.

En una publicación de Conselva, costas y comunidades, basadas en sus estudios y en datos de diversas instituciones, los especialistas en desarrollo sustentable exponen que se define como vulnerabilidad al grado en que una ciudad es susceptible e incapaz de hacer frente a los efectos adversos del cambio climático, incluyendo la variabilidad y los extremos climáticos.

“Entonces, ¿qué tan vulnerable es Mazatlán ante eventos hidrometeorológicos extremos como huracanes y sequías?”, plantean.

“Debido a su geomorfología de planicie costera con altos grados de erosión, pendientes suaves, propensión a inundaciones y relativa baja altura con respecto al nivel medio del mar, Mazatlán tiene una vulnerabilidad física MUY ALTA ante el cambio climático”.

Y expone la ubicación geográfica como una de las principales amenazas para la ciudad.

“Por su ubicación geográfica en el Óceano Pacífico, el nivel de peligro ante los efectos de huracanes en el litoral de Mazatlán es ALTO, particularmente debido a sus altas temperaturas que calientan el agua del mar.

“Los escenarios de cambio climático indican incrementos en la temperatura media anual entre 1.4 y 4.1 grados para el 2080”.

Para el caso de Mazatlán, expone, se pronostica un aumento del nivel del mar por cambio climático de 3 milímetros por año, lo que lo hace aún más vulnerable a inundaciones, ya que la ciudad se encuentra a sólo 3 metros sobre el nivel del mar.

$!La Zona Dorada, tras el paso de la tormenta “Norma”.
La Zona Dorada, tras el paso de la tormenta “Norma”. ( )

“Además hay un alto grado de erosión en las playas de Mazatlán, con pérdidas de hasta 4.7 metros por año en algunas zonas, incrementando su vulnerabilidad al fuerte oleaje”.

Advierten que Mazatlán tiene 289 colonias con nivel alto y muy alto de peligro y riesgo de inundación.

“Muchos de estos sectores son vulnerables porque no respetaron el sistema hidrológico natural de la ciudad”, dice el organismo.

“En la ciudad existen 27 escurrimientos, entre arroyos, lagunas y ríos. El crecimiento urbano ha invadido estos cuerpos de agua, eliminando a su paso su barrera natural de vegetación, como manglares”.

Según el Plan Municipal de Contingencia de Mazatlán, muestra 8 mil 600 hectáreas susceptibles de inundación, que afecta cada temporada de lluvias a por lo menos 60 mil habitantes.

“En los casos de desbordamiento en el Arroyo Jabalíes y el Río Presidio se registra un potencial de caudales máximos de más de 100 metros cúbicos por segundo”.

Conselva alerta que para hacer frente a los efectos del cambio climático es urgente tomas medidas.

“Es necesario implementar tanto mejoras en infraestructura, como drenaje, como Soluciones basadas en la Natura (SbN) que integren vegetación y suelo para prevenir inundaciones, como jardines de lluvia, espacios verdes, reforestación de manglares y presas de gaviones para retener sedimento”.

$!Avenida La Marina, la semana pasada, por las lluvias de “Norma”.
Avenida La Marina, la semana pasada, por las lluvias de “Norma”. ( )

¿Acabó “Norma” con la sequía en Sinaloa?

Contrario a lo que se cree, es probable que los beneficios de “Norma” no sean los esperados ante la sequía, pues debido al alto grado de erosión de los suelos y la falta de cobertura vegetal, las lluvias torrenciales tienden a ser poco efectivas, advierte Conselva.

“Para que la lluvia sea efectiva, debe existir cobertura vegetal suficiente para que amortigüe la fuerza de su caída y un suelo sano capaz de absorberla para infiltrarla y recargar los mantos acuíferos. Y este NO es el caso de Sinaloa, cuyo suelo se encuentra muy reseco y sin vegetación por la sequía”, afirman los especialistas en cuencas.

“La falta de vegetación y erosión de los suelos dan como resultado escurrimientos superficiales que no logran infiltrarse lo suficiente y por ello causan inundaciones y desastres a su paso. Además, arrastran una gran cantidad de sedimentos, azolvando ríos y presas en su camino”.

En el caso de la tormenta “Norma”, dice Conselva, si bien sirvió para llevar agua a las presas, la realidad es que el promedio de almacenamiento en el estado subió a sólo un 32 por ciento, mientras que el costo de sus afectaciones ha sido muy elevado.

Pérdidas de vidas humanas y animales, vehículos varados, inundaciones, desbordamientos de arroyos, socavones, caminos obstruidos y daños al patrimonio de los sinaloenses, advierte, ese es el verdadero saldo de huracanes y tormentas tropicales.

Y afirma: Un evento hidrometeorológico extremo NUNCA será la solución de otro.

“Un huracán no resuelve una sequía extrema, puede ayudar a humedecer las capas superficiales del suelo erosionado, pero es probable que su efectividad no sea la esperada en términos de infiltración”.

Tener cuencas sanas, con vegetación suficiente y suelos sanos, precisa Conselva, es la mejor alternativa para hacerle frente al cambio climático, tanto para asegurar la disponibilidad de agua durante las sequías, como para prevenir inundaciones a raíz de los huracanes.

$!Arroyo Jabalines, desbordado por “Norma”.
Arroyo Jabalines, desbordado por “Norma”. ( )

289 colonias

de Mazatlán tienen nivel alto y muy alto de peligro y riesgo de inundación

27 escurrimientos

existen en Mazatlán entre arroyos, lagunas y ríos, y el crecimiento urbano ha invadido esos cuerpos de agua, eliminando a su paso su barrera natural de vegetación, como manglares

8,600 hectáreas

tiene Mazatlán susceptibles de inundación

60 mil habitantes

son los afectados aproximadamente cada temporada de lluvias en el puerto

3 metros sobre el nivel del mar

es la altura de Mazatlán y esto representa un riesgo mayor de inundaciones

Alerta por sequía

En 2022, sólo el 12.66 por ciento del País estaba en sequía, sin grados de sequía excepcional.

Incluso en 2021, cuando se presentó la peor sequía en 30 años, para septiembre sólo 8:02 por ciento del País presentaba sequía.

Para las mismas fechas en 2015, sólo el 14.10 por ciento del País presentaba afectaciones por sequía.

Actualmente, 74.96 por ciento del País sufre sequía.

¡Alarmante! 95.5 por ciento de Sinaloa en sequía.

Veranos más largos

Debido al calentamiento global, el verano se está alargando al ritmo de nueve días por década, y ya dura cinco semanas más que en los años 80.

Este año hemos experimentado fuertes efectos del cambio climático, como intensas ondas de calor y una disminución radical de la precipitación.

La ausencia de lluvias hasta a finales de septiembre han llevado al País a un nivel crítico de sequía. Sinaloa es uno de los estados más afectados.

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