Familia de Ismael Alejandro mantiene viva la esperanza a 5 años de su desaparición
MAZATLÁN._ A cinco años de la desaparición de Ismael Alejandro Martínez Carrizales, su familia mantiene viva la esperanza de dar con su paradero, por lo que este sábado sus seres queridos se reunieron en la Catedral Basílica de Mazatlán, donde ofrecieron una misa en su honor.
Oficiada por el Padre Javier Aguilar, la ceremonia religiosa estuvo cargada de emotividad y un dejo de clamor por justicia, en un contexto en el cual las familias continúan asumiendo labores correspondientes a las autoridades.
Con un dolor que no se apaga, pero también con una esperanza que se niega a desaparecer, familiares y amigos de Ismael Alejandro se reunieron en este templo para orar por su vida y el pronto esclarecer su paradero.
Para Alejandra Martínez Carrizales, hermana de Ismael Alejandro, estos cinco años han sido un largo y doloroso camino, sobre todo ante la omisión e indiferencia con que se ha tratado este caso por parte de las autoridades.
“Hoy se cumplen cinco años de que lo privaron de su libertad, siete sujetos armados, y hasta el día de hoy, la unidad antisecuestros, en su momento (la investigación) lo tuvo la fiscalía de desapariciones, no ha hecho absolutamente nada”, expresó.
“No dicen nada, creo que hemos aportado más nosotros que ellos, que son los que deberían de investigar, sobre todo con el colectivo, hacia la búsqueda de mi hermano, de todos”, agregó.
A lo largo de este lustro, Alejandra y su madre, Marisela, han convertido su dolor en acción y junto al resto de miembros del colectivo Por Las Voces Sin Justicia, ha participado en diversas jornadas de búsqueda en Mazatlán, donde no siempre hay resultados, pero han sido testigos de hallazgos importantes.
Durante los cinco años de búsqueda que han realizado en nombre de Ismael Alejandro, madre e hija han transmitido esperanza a otras familias de personas desaparecidas, sobre todo al encontrar personas con vida o en fosas, lo cual les deja una sensación agridulce, pues el dolor de encontrar restos no opaca el alivio de regresarlos a casa.
“Cuando localizamos a cualquier persona, ya sea en vida o en fosas clandestinas sin vida, nos deja cierta satisfacción, aunque también mucha tristeza, porque uno quiere que regresen con vida y con sus familias”, comentó.
“Ya no están en ese lugar donde los dejaron esas personas, entonces sí nos da cierta satisfacción regresarlos a sus familias”.
De esta forma, la misa no solamente fue un acto de fe, sino también de resistencia en el cual Alejandra aprovechó para enviar un mensaje a madres, hermanas e hijas que viven la angustia de tener un ser querido desaparecido.
“Nunca pierdan la esperanza de que su familiar pueda regresar con vida, no importa el tiempo que pase, uno siempre debe mantener la esperanza de que algún día puede regresar y que nos acompañen a búsqueda, son bienvenidos todos los familiares que quieran unirse”, expresó.
“Hay que seguir buscando, seguir adelante hasta encontrarlo a él y encontrarlos a todos, porque nos faltan todos”.
La historia de Ismael es una de las tantas que se repiten en Mazatlán y el resto de Sinaloa, donde familias enteras han tenido que asumir la tarea de investigar, buscar y localizar, algo que debería recaer en las instituciones de seguridad.
Para Alejandra, Marisela y todas las familias que buscan a sus seres queridos, cada día sin respuesta es una herida abierta, pero también cada día de búsqueda es una promesa de amor y fe.
Ismael Alejandro Martínez Carrizales sigue sin ser localizado y su familia lo sigue buscando, su hermana y madre lo nombran y el colectivo al que pertenecen sus voces insiste en la consigna que une a quienes no se rinden: buscar hasta encontrar.