"Festejan a la Cruz los albañiles, hoy"
Entre cal, arena, andamios, varillas, alambre, vigas, bultos de cemento, los albañiles festejarán hoy el Día de la Santa Cruz.
Debido a este festejo, desde ayer se construyen las cruces de madera que serán “vestidas” de flores de diferentes colores.
El 3 de mayo se celebra también el Día del Albañil, por lo que hoy, en la parte superior y más alta de la construcción, se colocarán cruces en señal de la fidelidad y la protección de Cristo.
Los albañiles de la Torre 11, que se edifica sobre el malecón, ya están listos para el festejo.
Marco Antonio Hernández, encargado de la obra, expresó que hoy se ofrecerá una misa a las 15:00 horas en la construcción y luego se dará paso a un festejo.
“Pues se tienen preparadas diferentes cosas, pero a las 3 de la tarde de deja de trabajar, se participa en la misa y luego la fiesta”, explicó.
Esta es una fiesta muy antigua, fiesta que conmemora a la Cruz en la que Cristo realizó su mayor sacrificio, y que además recuerda su triunfo sobre la muerte a través de su resurrección.
Sin embargo, la cruz posee también un segundo significado, puesta está relacionada con una antigua creencia indígena.
Ante la Conquista, los indígenas mesoamericanos relacionaron a la cruz con las direcciones cardinales de la cosmografía indígena norte, sur, este oeste y centro que gráficamente formaban la cruz.
Con la llegada de los españoles, se erradicó esta evocación y se sustituyó por el simbolismo religioso de la Santa Cruz.
Desde entonces se estableció la celebración de esta fiesta con la construcción de casas, iglesias, conventos, y demás edificaciones con mano de obra indígena.
Dentro del menú de la fiesta no pueden faltar algunos de los platillos mexicanos más tradicionales y populares entre este gremio como son la barbacoa, el chicharrón, las carnitas de puerco, los tamales, la carne asada y sin faltas los frijoles puercos, y por supuesto, montones tras montones de tortillas calientes y salsa picante.
Trabaja Genaro
en la obra desde
hace 37 años
Tiene 59 años de edad y 37 de estos asegura haber trabajado en la obra.
Se trata de don Genaro Delgado, quien además de batir mezcla, también es carpintero de obra.
Él es un hombre sano y fuerte, tanto que aún puede trabar a 11 pisos del suelo, atado a una cuerda y no sentir nada.
“Y aquí con el solazo yo ando en friega, no pasa nada, estamos amarrados a la línea de vida (cuerda), si se resbala uno, pues queda colgado, y aquí andamos, ganándonos la vida como se pueda”, destacó.