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"DÍA DEL PERSONAL DE ENFERMERÍA"

"Irma, 33 años de aliviar el dolor"

"El amor al prójimo y el interés por ayudar a su bienestar la llevaron a optar por una carrera que le ha dado miles de satisfacciones"
06/01/2018 00:13

Organizar, administrar y gestionar las funciones que cada día debe realizar el personal de enfermería del Hospital Regional de Zona 3 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Mazatlán son algunas de las labores que cada día marcan el quehacer de la Maestra en Ciencias de la Enfermería Irma Peraza González, donde ocupa la Subjefatura de Enfermería.

Atrás quedaron los años en que la rutina diaria de la enfermera Irma era la toma de signos vitales, administrar medicamentos, hacer curaciones y vigilar la evolución de los pacientes, pues su experiencia y preparación la han llevado a escalar en el organigrama del nosocomio a donde llegó hace ya casi 27 años. Aún así, su misión sigue siendo la misma: ayudar a aliviar el dolor del enfermo.

“Es una carrera que me ha dado muchas satisfacciones, me ha permitido ayudar a otros, aliviar su dolor, hacer que estén bien y eso es lo que me motivó a ser enfermera”, afirma.

Desde su punto de vista, ha estudiado enfermería varias veces: primero se tituló como Enfermera Técnica, luego hizo la preparatoria y estudio la nivelación para obtener la Licenciatura, después realizó varios cursos de especialización y subespecialización, y finalmente hizo una Maestría en Ciencias, siempre con el afán de preparase para dar un mejor servicio.

Primera opción hasta el tercer intento

Fue a los 15 años de edad, cuando estaba por terminar la secundaria que Irma pensó en estudiar enfermería. Le parecía una carrera bonita, sin embargo, gran sorpresa se llevó cuando no pasó el examen de admisión de la entonces Escuela de Enfermería de Mazatlán.

La segunda opción fue secretariado, una carrera que en la década de los ochenta del siglo pasado era muy socorrida por las jóvenes que buscaban una profesión que no les exigiera el certificado de preparatoria, así que ingresó al Instituto de Inglés Audiovisual, para formarse como Secretaria Ejecutiva Bilingüe. Mas, a los pocos meses desistió, pues no le convenció el plan de estudios.

Inquieta y persistente en su deseo de prepararse profesionalmente, Irma entró entonces a estudiar Trabajo Social, a la UAS, pensando en que esta carrera también implica ayudar a los demás y asistirlos en sus necesidades, pero al terminar el primer semestre supo que esta área tampoco llenó sus expectativas.

“Yo no concebía el estar sin estudiar, volví a hacer el examen de admisión para enfermería y ahora sí lo pasé, encontré mi verdadera vocación. Para ser enfermera tienes que servir, ayudar y tener empatía, porque si no, entonces no haces un buen trabajo”, expresa.

Al terminar la escuela trabajó tres años en la Clínica del Mar, luego otros tres en el hoy desaparecido Sanatorio de la Divina Providencia, hace 27 que le llegó la oportunidad de ingresar al IMSS, en suma tiene 33 años ejerciendo la enfermería.

Empatía, preparación y manejo emocional

Entre las actitudes que rigen el quehacer del personal de enfermería, para la jefa Irma los más importantes son la empatía, la preparación y la inteligencia emocional. Todos están relacionados entres sí y juntos dan como resultado un trato de excelencia al paciente.

“Cuando estoy haciendo la ronda (visitando cada área) y que veo a un paciente así medio descuidado, de inmediato pregunto si ya lo vino a ver el médico, si ya le atendieron o le dieron lo que se indicó, y no falta quién me pregunte si es mi familiar o mi conocido, porque ven que estoy pidiendo más atención. Yo les digo que no hace falta que sea de tu familia para que lo trates como se debe. Aquí es donde entra la empatía, es decir, saber ponerte en el lugar del otro y entender qué siente y qué necesita, si no eres empático con tu paciente, no sabrás atender realmente sus necesidades”, expone.

“Yo antes tenía temor al hacer algún procedimiento con pacientes delicados y me decidí a estudiar Cuidados Intensivos, soy Enfermera Intensivista. Es un servicio donde todos los días estás librando mil batallas contra la muerte, aquí nada más quienes están preparados pueden atender con precisión las necesidades del enfermo y hacer que se restablezca”, considera.

“Mucha gente cree que al tener tantos años de servicio te vuelves inhumano y que dejas de sentir, sobre todo me pasa con pacientes que atiendo por vez primera que al verme dicen que soy muy seria. Y sí, soy seria, pero también muy consciente del momento por el que está pasando mi paciente; me duele su dolor pero no debo engancharme, debo hacer mi trabajo y bien. Un profesionista de la enfermería debe tener inteligencia emocional”, añade.

Hace tres años, Irma tuvo la oportunidad de estudiar un doctorado, eso elevaría su nivel, sin embargo, viendo a futuro prefirió ceder el espacio a otro enfermero o enfermera con menor tiempo de servicio, pues además de que son pocas las becas que se dan anualmente, desde su punto de vista, ella y el mismo Instituto aprovecharían muy poco su preparación ante su ya próxima jubilación.

Una carrera en ascenso

El mes próximo Irma Peraza cumple 27 años de servicio en el IMSS, tiempo reglamentario para jubilarse, pero ella no cesa en sus afanes del orden, el trabajo y el servicio, cada día lo trabaja como el mismo esmero que le pone desde el primer día en el puesto de Subjefe de Personal de Enfermería.

“Me voy a retirar como enfermera, porque lo manda el reglamento, pero también estudié leyes y soy abogada. Nunca he litigado, pero sé que esta profesión también tiene mucho que ver con ayudar y servir. No tengo definido todavía el plan de vida, pero sé que todavía tengo mucho qué hacer”, considera.

Este Día del Personal de Enfermería quizá sea el último que Irma celebre en activo, al lado de sus colegas del IMSS, sin embargo, sabe que este día es un aliciente para mantener su espíritu de servicio y su actitud empática que la han llevado al lugar donde ahora está.