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La vulnerabilidad más grande de Mazatlan es el acceso al agua, advierten

Como parte de la zona costera, también presenta riesgo en cuanto a impacto de huracanes, incremento de la temperatura, reducción de lluvias, deslizamientos y erosiones de playas, según estudio

Mazatlán es vulnerable a huracanes, incremento de la temperatura, reducción de precipitaciones pluviales y erosiones de playas, pero la vulnerabilidad más grande es el tema del agua, de acuerdo con parte de los resultados del Estudio de Vulnerabilidad Socioambiental realizado en esta ciudad, con apoyo del Fondo Mexicano para la Conservación y la Fundación “Gonzalo Río Arronte”.

“Es un estudio que ya concluyó y que nos dice a qué es vulnerable Mazatlán en caso de los efectos del cambio climático, entonces el estudio contempla básicamente todas las tendencias de cambio climático que se tienen para esta región, para esta zona en particular y bueno, dice Mazatlán es vulnerable a obviamente huracanes, incrementos de la temperatura, disminución en la precipitación (pluvial), deslizamientos, erosión de playa, erosiones”, dijo la directora de Conselva, Costas y Comunidades, Sandra Guido.

“Pero esto más allá de eso qué significa para nuestra ciudad, el estudio va a nivel de cuadra por cuadra, determina cuál es la vulnerabilidad de Mazatlán a estos peligros, te dice exactamente por ejemplo qué pasaría si nos tocara una marea de tormenta con un huracán, cuántas personas serían afectadas, cuántos negocios, cuáles son los negocios, hospitales, toda la parte de la infraestructura básica para atender todo esto, cuáles serían afectados, nos dice cuál o cuál, cuánta gente sería afectada, dónde están las mayores vulnerabilidades”.

En conferencia de prensa para dar a conocer la Agenda de Actividades para celebrar marzo como el Mes del Agua recordó que hace como dos años salió la convocatoria para este estudio científico que permitiera armar una agenda de prevención, acababa de pasar la destrucción del huracán Otis en Acapulco, Guerrero.

De las 82 ciudades que lo solicitaron Mazatlán fue una de las dos en donde se hizo ese estudio con apoyo del Fondo y la Fundación ya citadas, el cuál ya se terminó y también dice dónde poner atención porque ahí se están generando problemas.

“Todo esto además termina y nos dice entre las vulnerabilidades más grandes que tiene Mazatlán y que le urge atender está el tema del agua, inclusive hace proyecciones al 2030, qué va pasar con el agua dado que la Presa Picachos se está asolvando año con año y se calcula la tasa de erosión que está ocurriendo en los alrededores y todas esas toneladas de suelo, que son entre 2 y 31 toneladas de suelo que están cayendo a la Presa Picachos, la cual no tiene mecanismos de desazolve”, recalcó Sandra Guido.

“Y ya nada más por ese efecto, el incremento de la temperatura que genera evaporación de la presa más el azolvamiento tenemos que hay una disponibilidad de agua mucho menor de la que hemos calculado, esto también considera la cantidad de agua que tiene asignada el Distrito de Riego, entonces todo esto nos habla claramente hacia dónde debemos dirigir los esfuerzos del Gobierno y ciudadanos en torno a hacer nuestra ciudad más resiliente y esto significa empezar a tener tanto los protocolos de atención bien organizados con ciudadanos, como también empezar a tomar las medidas para empezar a hacer de nuestra ciudad una ciudad esponja en coordinación con las autoridades”.

Subrayó que se necesita empezar a trabajar para modificar los reglamentos de Construcción, Atlas de Riesgo y una serie de políticas públicas que se deben tener si se consideran los escenarios climáticos, y con base en los resultados de este estudio ya se empezó a diseñar un proyecto que si bien es demostrativo, tiene que ver con temas que se están promoviendo a nivel internacional y que son soluciones basadas es la naturaleza para reducir problemas como las inundaciones.

Entre esas soluciones se habla de pavimentos permeables, es decir, que en lugar que los estacionamientos sean planchas de concreto, permitan la absorción natural del agua pluvial al suelo, entre otros.

Manifestó que aunque a nivel estatal el promedio de captación actual de las presas es del 10 por ciento, en el caso de la Picachos es de arriba del 60 por ciento, pero actualmente aparte del agua para el consumo humano nada más se está utilizando agua para el riego de cerca de 6 mil hectáreas y no para las más de 22 mil que se tendrán con el nuevo Distrito de Riego.