"Llama la atención el ‘sombrerero loco’"
MAZATLÁN._ Atrás de la gran fiesta carnavalera están ellos, los viajeros rodantes, los ambulantes, los personajes fabulosos. Son los que recorren el País con espectáculos urbanos y artículos hechos a mano.
Y en este Carnaval Mazatlán 2017 cientos han llegado para ofrecer lo que saben hacer.
En Olas Altas cada noche de fiesta David Ruiz, se transforma: pasa del artista plástico michoacano al “sombrerero loco”, el personaje de Alicia en el País de las Maravillas. Sus ojos verdes brillante atraen junto con su cabellera anaranjada; el maquillaje es perfecto, y su traje lo hizo a mano con retazos de tela de colores. Su bolso es la imagen de un gato negro, como el loco del sombrero alto.
De día es David Ruiz, de noche se transforma. Este año es la primera vez que visita Mazatlán.
“Yo soy artista plástico, me maquillo solo, no me cuesta trabajo porque sé de colores y combinaciones; yo mismo hice mi traje; desde hace cinco años voy de feria en feria, acabamos de estar en León y nos vamos a ver a dónde”, comentó.
Entre el bullicio de medianoche en Olas Altas, David confiesa que le encanta la vida de viajero, de rodante urbano, y del personaje fantástico.
“A mí me invitaron unos amigos, ellos se disfrazan de súper héroes”, comentó.
Como “sombrerero loco” cobra 20 pesos por fotografía al lado de sus amigos. En Olas Altas es parte de los personajes que ha llamado la atención de miles, ellos se hospedan en una casa de la zona Centro, aunque su vida es complicada, lo reconoce única.
“Sí me gusta, está padre ir de feria en feria”, agregó.
Viajeros en familia
Así como David Ruiz, la familia Martínez está en el puerto desde el primer día de Carnaval, son diez los que han llegado de la Ciudad de México a ofrecer gorros de arlequines y sombreros altos, lo que ellos mismos cosen a mano.
“El viaje nos salió a mil 500 pesos por cada uno, ya con la carga de la mercancía; allá hacemos todo. Nos trajimos a los niños para que lo tomen como vacaciones por la playa, ya la próxima semana regresan a la escuela”, declaró Roberto Martínez, de 40 años; él y su familia son parte de los cientos de comerciantes, de esos viajeros rodantes que llegaron al Carnaval.
A él lo acompaña su esposa, sus tres hijos, sus papás y unos amigos. Diez en total, todos viajaron al puerto en un camión rentado, con otros comerciantes en busca de mejores ganancias.
“Yo empecé en esto hace 20 años, antes era trailero, pero un amigo me invitó, él me enseño a coser los sombreros y desde entonces cada año vengo a Mazatlán, este año está mejor, nos está yendo bien”, dijo.
La familia se instala en Olas Altas, cerca de la calle Zaragoza, desde las 17:00 horas ofrecen su mercancía, se retiran después de la medianoche, cuando la zona la perciben llena por seguridad de los niños de apenas 9, 6, y 2 años de edad.
“Acabamos de ir a Campeche, hemos ido a Baja California Sur, y a Veracruz”, reveló Roberto.
Y si le preguntan si le gusta la vida de un vendedor viajero su respuesta es inmediata.
“Claro, conocemos todo el País, un día unas costumbres, y al día siguiente otras”.