Llama Obispo de Mazatlán a vivir sin miedo a la muerte y mantener la tradición de honrar a los difuntos
MAZATLÁN._ Con un mensaje de paciencia y serenidad ante la llegada de la muerte a nuestras vidas, el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Mario Espinosa Contreras, celebró este domingo la misa por el Día de Muertos.
Durante la celebración, en la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción, Monseñor llamó a continuar con las tradiciones de visitar a los difuntos en estas fechas.
El Obispo invitó a los feligreses a vivir una vida de bien que los prepare de buena manera para una muerte tranquila y natural; mientras que recordó el gran pecado que es atentar contra la vida propia o la de los semejantes, ya que rompe con el ciclo de la vida que otorga Dios.
“Bueno, recordar por una parte que todos vamos a llegar al final de nuestra vida, que no vamos a vivir por siempre en este mundo y por eso este día 2 de noviembre, nos recuerda que cada uno de nosotros también va a tener un final y que hay que estar preparados para ese final, porque una buena vida prepara una buena muerte”, dijo Espinosa Contreras.
“Debemos ser conscientes que la muerte es algo natural y que hay que esperar la muerte natural, ya que no es lícito que se anticipe ese momento, ni uno personalmente ni tampoco alguien que atente contra los demás. Es una falta muy grande el privar de la vida a otra persona, porque cada quien tiene como su ciclo para nacer y morir, por eso hay que esperar el ciclo natural”.
El Obispo de Mazatlán reiteró el llamado a no tener miedo a la muerte ni a cruzar un camino que nos lleve a precipitarla, sino que se debe honrar a aquellos que ya no están en nuestras vidas, para así un día estar listos para recibirla con serenidad.
“(A la muerte) hay que esperarla con serenidad y paciencia, pero no precipitarla ni para nosotros ni para los demás; igualmente honrar así a nuestros seres queridos que ya llegaron a su final natural. También nosotros debemos prepararnos para ello y favorecer que lo mismo acontezca con todos los demás”.
De igual modo, habló sobre la importancia de mantener la tradición del Día de Muertos y acudir a las tumbas año con año al lado de las familias. Añadió que debe ser trabajo de los padres inculcar estas buenas costumbres para que no se pierdan con el paso de las generaciones.
“Yo creo que es favorable que los padres enseñen bien a sus hijos. Yo recuerdo que en un servidor mis papás nos llevaban siempre los días 2 de noviembre a comprar flores a las huertas, que entonces no se vendían en los mercados ni en florerías, sino que uno iba donde las estaban cultivando y las pedía. Ya después íbamos al panteón a visitar a los parientes de mis papás y eso siempre es muy educativo, porque nos inculca el recuerdo bondadoso que debemos tener de los que se nos anticiparon y también la oración que debemos hacer por su eterno descanso”, dijo.
“Ojalá que esa costumbre no decaiga sino que la favorezcan los padres; si no pueden el día 2, ir en otro momento, en otro mes, pues lo importante es no tenerlos olvidados, sino de vez en vez ir a sus tumbas, ir a sus nichos, en los columbarios que estén para hacer una oración ante ellos, así como expresar nuestra gratitud por todos los que nos han ayudado y lo que nos dieron en la vida”.