Llenan el Faro de Mazatlán en el domingo de Semana Santa

MAZATLÁN._ El domingo de Semana Santa se tornó como un gran día para la convivencia familiar. El Faro de Mazatlán, uno de los grandes favoritos de propios y extraños, tuvo una alta afluencia en lo que es el fin de las vacaciones para muchos locales y turistas.

A pesar del sol y el calor que empieza a hacer presencia en el Heróico Puerto de Mazatlán, los adeptos a la aventura y la convivencia con la naturaleza hicieron su arribo al parque natural acompañados de su respectiva hidratación y ropa fresca.

Familias completas, niños y hasta los abuelitos de la casa hicieron presencia en el Cerro del Crestón, cuerpo de tierra que mantenía en constante sorpresa a los turistas nacionales y en especial a los extranjeros.

Muchos aprovecharon para la icónica foto en las letras del área natural protegida y otros más esperaban su turno para hacer el recorrido, pues la afluencia se tornó alta y algunos debían esperar que el tránsito se despejara un poco.

Con un objetivo y reto en común, los cientos de visitantes mantenían en la mente un solo premio, poder llegar a la cima, convivir un rato en la misma y tomarse otra de las grandes postales que deja el Faro de Mazatlán en su mirador de cristal.

Otros más bajaban con el cansancio a tope tras haber subido los poco más de 300 escalones, para poder decir que su visita al faro fue un éxito y una aventura que se queda en sus fotografías pero especialmente en la memoria.

El tránsito por los alrededores del Parque Natural Faro Mazatlán se mantuvo relativamente denso, ya que además de la visita al guardián mazatleco otros curiosos más se deleitaban con la vista que otorga la escollera.

Desde los clásicos catamaranes en sus distintos recorridos hasta los imponentes barcos cargueros y petroleros se podían divisar en uno de los grandes miradores de la ciudad.

No cabe duda que no todo en un destino está relacionado a la opulencia o los planes con amplia organización, sino que esos momentos que se viven en conexión con los amigos, familia y pareja de la mano de la naturaleza pueden ser los de más alto valor en la vida.