‘Me tocó torear al Olivia embarcado, sobrevivimos a la furia de ventarrones y mareas’: Ricardo Michel
Con 21 años, el empresario pesquero Ricardo Michel Luna era parte de la tripulación del camaronero “21 de Agosto I” y recordó esos momentos difíciles vividos cuando el huracán Olivia estuvo frente a las costas de Sinaloa.
“Me tocó a bordo, yo recuerdo que en ese tiempo no se manejaba nada de la comunicación de ahora y se nos avisaba con poco tiempo y toda la flota navegó para entrar a puerto, unos pudimos y otros no alcanzaron”.
Alertó que sin refugios, los pescadores han tenido que improvisar y en aquel entonces del azote de “Oliva” estaba la isla de enfrente donde se amarraban los barcos que alcanzaron y se toreaban los vientos entre los matorrales.
“En aquel entonces estaba la isla de enfrente y se amarraban los barcos entre los matorrales. Ahí me tocó torear muchos vientos y nomás le metes todo a la máquina avante, avante y estás toreando el viento, pero con la proa hacia tierra y lo que importa es que la propela no agarre tierra. Es como algunos se salvaron en el ‘Olivia’ y otros que los ha agarrado fuera”.
El ex líder pesquero recordó esa experiencia vivida con “Olivia” y con “Ismael” que ha sido difícil de olvidar porque si las autoridades hubieran actuado con más pericia, más vidas se hubieran podido salvar.
Ahora la experiencia le dice que cuando un huracán va a impactar con fuertes vientos y anuncia del peligro es cuando la flota deportiva de pesca se empieza a meter y los camaroneros ya saben que eso amenaza algo grande.
“Cuando la flota deportiva de pesca empieza a meterse al canal, aguas, eso amenaza que está peligrosa la cosa y decimos ‘vámonos todos a meternos’”.
Michel Luna lamentó que a 50 años del azote del huracán Olivia, la vulnerabilidad del sector pesquero persiste porque actualmente el único sitio donde pueden resguardarse en la bahía las embarcaciones es por la termoeléctrica dónde no entran los vientos, pero los barcos se varan en el lodo y batallan con la marea para sacarlos.
“Yo lo viví a bordo y me di cuenta de todo el desastre que hizo ‘Olivia’ en las costas. Me tocó a bordo del camaronero y era un tripulante más de la cooperativa de ese tiempo y toda la flota apresuró motores, pero algunos no alcanzaron a resguardarse”, platicó Michel Luna.
Reconoció que a raíz de la tragedia que enlutó al mar por el huracán Ismael, avanzaron en el control del sistema de comunicación.
“A raíz de Ismael avanzó y yo le llamo a todos los compañeros pescadores que fallecieron, yo les llamo los ‘Héroes del Mar’, porque a raíz de su muerte todo cambió, la comunicación, se implementó todo un sistema de comunicación satelital de casi diario y se exigió que todos los barcos cumpleron con los requisitos de seguridad con el uso de chalecos salvavidas y por eso les llamo los ‘Héroes del Mar’ porque tuvo que ocurrir esa gran tragedia para todos se pusieran las pilas”.
Advirtió que las recientes marejadas intensas que registró el huracán Priscilla debe alertar de la necesidad de que se defina un sitio de refugio pesquero para la flota de altamar, porque en Mazatlán se acabaron el único que había, pero a nivel País no hay, no existen y terminan improvisando entre las áreas de matorrales por donde navegan.
La noche del 24 de octubre y la madrugada del 25 de octubre de 1975, el huracán Olivia fracturó a Mazatlán con vientos que superaron los 200 kilómetros por hora y la marea entró con una furia que el puerto no había conocido en el siglo XX.
Embarcaciones hundidas, viviendas inundadas, árboles caídos, techos, anuncios, lámparas y olor a muerte que aún retumban en la memoria colectiva, pero sobre todo entre los pescadores de esa época que reportaron algún compañero, familiar o conocido que no sobrevivió a la furia de Olivia.