Museo de la Casa del Marino develará el velero ‘El Patrón’ en homenaje a Juan Vázquez Reséndiz
MAZATLÁN._ En el que se espera sea un acto lleno de historia y nostalgia, este viernes el Museo de la Casa del Marino develará oficialmente el velero “El Patrón”, pieza emblemática donada por la familia de su creador, el Patrón de Costa de la Marina Mercante, Juan Vázquez Reséndiz.
Construido entre 1966 y 1970 por Vázquez Reséndiz, quien a su vez fue maestro de prácticas marinas de la Escuela Náutica de Mazatlán, “El Patrón” llegó a la Casa del Marino para representar el espíritu de una época y el legado de un hombre que dedicó su vida al mar y a la enseñanza.
El velero, elaborado con madera de un árbol de Huanacaxtle derribado por un huracán, fue diseñado y construido en el taller de carpintería de la escuela y probado con éxito en Playa Sur, tras su conclusión en 1970.
La pieza se trata de una embarcación a escala completamente funcional, símbolo del ingenio y la pasión por el mar que caracterizaron a Vázquez Reséndiz, quien fue conocido por todos como “El Patrón”.
Durante décadas, la historia de este velero permaneció en la memoria familiar y de algunos allegados a su creador, hasta que su hijo, Alfredo Reynaga Romero; su nieto, Alfredo Reynaga Chicuate; y uno de sus ex alumnos más cercanos, Óscar Pompa Salazar, decidieron compartir su historia y rendirle tributo en la tierra donde nació su vocación.
“De la madera del árbol de Huanacaxtle mi papá hizo dos veleros. El primero fue ‘El Orión’, que fue rifado y lo ganó don Humberto Herrera, el cual después le cambió el nombre. Ese velero lo busqué por muchos años hasta que lo encontré en Culiacán”, comentó Reynaga Romero.
“El segundo fue ‘El Patrón’, que por muchos años estuvo en casa de mi padre y posteriormente en la de mi hermano y que hoy tenemos exhibiendo en este recinto”.
Reynaga Romero comentó que “El Patrón” también fue rifado y con los años cambió de dueño en varias ocasiones, retornando finalmente a la familia, que en su momento llegó a donarlo a la Escuela Náutica, pero por temor de que alguien decidiera llevárselo a otro puerto, se decidió no hacerlo.
Fue entonces cuando la familia optó por contactar al patronato de la Casa del Marino y donarlo a su museo, quien abrió un espacio especial para albergar el velero que se convertirá en un atractivo importante para los visitantes de este espacio.
“Fue en el tiempo donde estábamos viendo si donarlo o no a la Escuela Náutica cuando estaba el proyecto de este museo y mi hijo platicó con todos los del patronato y le hicieron un espacio para recibirlo, se llevó a cabo y ahora tiene un lugar muy bonito el velero”, dijo.
Para su nieto, Alfredo Reynaga Chicuate, el velero que hoy se exhibe es más que una pieza de museo, es un símbolo del amor de su abuelo por el mar y la enseñanza, pero sobre todo por su devota dedicación a las prácticas marítimas.
“Esta exhibición más que nada marca el legado e impacto que don Juan Vázquez Reséndiz dejó en sus alumnos y quienes lo conocieron, así como los que tuvieron la fortuna de ver ese velero navegar”, declaró.
“Es una grata coincidencia que miembros del patronato sean egresados de la escuela y conocieran a mi abuelo y le rindieran así este homenaje, por lo que estamos muy agradecidos”.
Su nieto destacó que fue gracias al capitán Mario Velázquez y el Patronato de la Casa del Marino que hoy se pueda reconocer en Mazatlán la historia de “El Patrón”, a través de un homenaje no solo para él, sino para todos los hombres de mar con una enorme vocación.
Por otro lado, quien también compartió parte de la historia de Vázquez Reséndiz fue Óscar Pompa Salazar, egresado de la séptima generación de la Escuela Náutica de Mazatlán, quien recordó a su maestro como un hombre de carácter fuerte, pero de gran corazón.
“A don Juan lo queríamos como un padre. En la escuela las novatadas eran terribles, pero él nos protegía. Nos decía ‘Si alguien les quiere hacer una maldad, vengan y escóndanse en el taller’. Siempre tenía fruta, burritos o café para compartir. Nos enseñó no solo a navegar, sino a ser hombres de bien”, comentó.
El alumno también recordó que “El Patrón” fue un maestro práctico, autodidacta y aventurero, el cual navegó por todo el mundo sin haber sido marinero de escuela, llegando a conocer todo el Océano Pacífico y el Atlántico.
“Era pionero de la navegación de cabotaje en México, un hombre inquieto, curioso, que amaba su oficio. Hablar de él es hablar de páginas y páginas de historia”, dijo con admiración.
Para los familiares de Vázquez Reséndiz, ver el velero instalado y resguardado en este museo es una forma de mantener viva su memoria, su arte y sus enseñanzas hacia futuras generaciones.
“Es un orgullo saber que mi padre seguirá presente en Mazatlán, que la gente podrá ver lo que él fue un hombre de arte, de navegación, de esfuerzo. Él no solo enseñaba con palabras, sino con hechos”, comentó Reynaga Romero.
En cada detalle de la embarcación, en su diseño y en su estructura, se refleja la dedicación del maestro, al ser construido por la intuición, experiencia y el amor al mar que “El Patrón” vivía día con día.
De esta forma, el velero ‘“El Patrón” se convierte en una pieza invaluable del patrimonio marítimo de Mazatlán, una joya artesanal que rinde homenaje a un hombre que marcó generaciones de marinos y que, a través de su creación continúa navegando, solo que hoy lo hace en la memoria colectiva.
PARA SABER
La ceremonia de develación del velero “El Patrón” se llevará a cabo este viernes en punto de las 11:00 horas en el Museo Casa del Marino, donde permanecerá en exhibición como tributo permanente al maestro Juan Vázquez Reséndiz, símbolo del arte, disciplina y pasión que lo definieron en las páginas de la historia marítima de Mazatlán.