"Naufragan, cruzan el mundo y terminan en Mazatlán"

"Arriban al puerto los tres náufragos rescatados por un buque atunero de Pesca Azteca"
05/06/2019 10:52

Ariel Noriega

MAZATLÁN._ La historia de tres neozelandeses que naufragaron en el Océano Pacífico podría haber terminado en una desgracia, pero la suerte quiso que terminaran paseando en Mazatlán.

Nic Finlayson, Keith Hogan y Kosta Popov llevaban 20 días navegando desde Nueva Zelanda con rumbo a Los Ángeles cuando la quilla de su velero de competencia, el Ran Tan II, sufrió una avería y comenzó a hacer agua.

Cuando se dieron cuenta que no había nada que pudieran hacer para evitar su hundimiento, lanzaron un llamada de emergencia el sábado por la madrugada y desplegaron sus sistemas de supervivencia: una balsa, alimentos y agua para esperar ayuda.

La Guardia Costera de Estados Unidos en Hawái contestó su llamada y comenzó el protocolo de rescate, que consiste en localizar el buque más cercano a la zona del naufragio.

Navegando por el Océano Pacífico, un desierto líquido, vasto y desolado, se encontraba el buque atunero mazatleco Azteca 5, cuyo capitán inmediatamente respondió al llamado de auxilio.

El barco mazatleco era el más cercano al accidente, pero aún así su tripulación se vio obligada a navegar durante 13 horas, a toda marcha, para localizar a los náufragos.

Nic Finlayson resume con un gesto de alegría, que incluye levantar las manos como si aún los estuviera viendo en el horizonte, lo que sintió cuando vio el buque mexicano.

Los neozelandeses fueron trasladados al atunero, donde inmediatamente fueron atendidos para conocer su estado de salud, pero la espera había sido corta y contaban con todo lo necesario para sobrevivir durante un tiempo.

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Después del rescate, el Azteca 5 regresó a las aguas donde faenaba para continuar con sus trabajos de captura, trasladando a los deportistas rescatados al buque Azteca 10, donde finalmente fueron llevados a tierra.

En Mazatlán, antes de que bajaran del barco y como un protocolo de recibimiento, los primeros en abordar fueron representantes del Instituto Nacional de Migración, quienes les extendieron un permiso provisional para estar en México por 15 días.

Ya en tierra los recibió una nube de periodistas, fotógrafos y operadores de drones, junto con personal de Pesca Azteca, quienes no pudieron evitar el aplauso que se les otorga a los que han conseguido superar una gran prueba.

Felices y agradecidos, los neozelandeses relataron sus horas de angustia y la felicidad de estar en México, y de paso confesaron que aprovecharán las primeras horas de su nueva vida para pasear por el puerto.