"No estamos aquí por casualidad, sino por un llamado de amor de Dios: Obispo de Mazatlán"

"Subrayó que dicho llamado convoca no individualmente, sino comunitariamente integrados en una familia, en una sociedad en lo escolar, en un trabajo común, en un servicio público"

Los seres humanos no están en este mundo por una casualidad, sino por un llamado de amor que hizo Dios y en el que colaboraron sus padres, y tienen una misión y una tarea qué realizar, dijo el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Monseñor Mario Espinosa Contreras.

"No estamos en este mundo por una casualidad, sino por un llamado de amor que el Señor nos hizo y al que colaboraron nuestros padres y que tenemos una misión en este mundo, una tarea qué realizar y que con la fuerza de Dios día con día la podemos cumplir", añadió.

"Es muy hermosa esa perspectiva que le da toda una dimensión a nuestra presencia en este mundo, no es simplemente una coincidencia que estemos en una familia o en un trabajo, o en una sociedad, ni una casualidad que estemos aquí si no hay un llamado de Dios".

Subrayó que dicho llamado convoca no individualmente, sino comunitariamente integrados en una familia, en una sociedad en lo escolar, en un trabajo común, en un servicio público, integrados en la Iglesia teniendo esa perspectiva comunitaria.

"Entonces hay que tener en nuestra vida esa consciencia que tenemos una misión en el mundo que Dios nos ha llamado y que colectivamente vamos caminando con otros, no vamos solos, aislados, sino que debemos estar también por llamado de Dios haciendo familia, haciendo comunidad, haciendo unas sociedad más armoniosa", reiteró en su homilía al oficiar la misa de las 9:00 horas de hoy en la Catedral de este puerto.

Añadió que en la parábola que se expuso en el que el dueño de una finca pagó un dinero tanto a los trabajadores que iniciaron su jornada en la mañana como al medio día y en la tarde, se manifiesta que Dios es generoso, es espléndido y no deja de dar a los seres humanos dones, cualidades a lo largo de la vida.

Y sobre todo el llamado para la vida eterna que se tiene, que es el más grande don, que los seres humanos se puedan encontrar en la felicidad inacabable con Dios, continuó.

"Por eso en esta parábola que puede parecer frustrante, que es llamativa, lo importante es que nos está expresando Dios es generoso, Dios es espléndido, Dios no se rige con medidas de qué tiempo o qué cantidad, sino sea llamado, espera su respuesta, si la da Él será espléndido contigo y muy generoso", subrayó.

"Y eso nos debe dar una gran confianza que nuestro Dios es grande en amor, es grande en misericordia, es grande en piedad y podemos en la vida vivir nuestra misión confiadamente en Él".

Además dijo que los pensamientos de los seres humanos no coinciden muchas veces con los pensamientos de Dios y los caminos tampoco coinciden con los caminos del Señor y siempre se debe estar abiertos a los pensamientos y a los caminos de Dios con apertura, con entrega, con generosidad, tener esa perspectiva en la vida.

También expresó que la vida debe ser una glorificación de Dios por la responsabilidad, por la fraternidad, por la vivencia esforzada que se hace de vivir el evangelio, además la muerte también debe glorificar a Dios y se le debe pedir y encomendarse pidiendo la buena muerte.

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