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Obispo de Mazatlán llama a evitar los excesos y disparos al aire en fiestas decembrinas

Monseñor Mario Espinosa pidió a los fieles de la Diócesis de Mazatlán ser pacientes entre semejantes, evitar disputas y caer en prejuicios contra sus hermanos
14/12/2025 13:19

A pocos días de la llegada de la Navidad y la celebración por el nacimiento de Cristo, el Obispo de Mazatlán, Mario Espinosa Contreras, hizo un llamado a los feligreses del puerto para que eviten los excesos en comidas, bebidas y el ocio que regularmente se presentan en la temporada decembrina.

Monseñor Mario exhortó a los mazatlecos a cuidar su salud y no consumir tantos postres o dulces que les puedan provocar algún daño; mientras que recordó evitar el pésimo hábito de lanzar disparos al aire en Navidad y Año Nuevo, ya que pueden ocasionar tragedias.

“Es muy importante evitar los excesos porque en este tiempo suele haber abundancia en el comer, abundancia en los postres mismos, abundancia en las bebidas. Entonces hay que saber usar y consumir con moderación porque eso es lo más saludable para nuestro organismo y para la vida familiar también”, declaró Espinosa Contreras.

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“También evitar, muy importante, los disparos de pistolas, que lo hacen de manera celebrativa en los fines de año. Hay que evitarlo porque ahí causan a veces muertes trágicas a personas que les cae una bala perdida. Asimismo, evitar el abuso de bebidas alcohólicas al momento de conducir sus automóviles”.

De igual modo, el Obispo recordó que la paciencia en estas fiestas es una virtud que pueda evitar divisiones y enfrentamientos; mientras que por el contrario, favorece la armonía, la estabilidad, la comprensión y llama a la misericordia. En tanto, también pidió que se eviten los prejuicios y señalamientos entre semejantes.

“Nos encontramos ya muy cercanos al inicio del novenario de Navidad que empieza el día 16, y pues es un tiempo en que debemos renovar nuestro espíritu, como la palabra de Dios nos invita siempre. Entonces, todo ser humano estamos invitados a vivir la paciencia desde la familia, los hermanos entre sí, los padres con los hijos y con los amigos también.

“Por otra parte también, la palabra de Dios nos exhorta que no murmuremos. El ser humano, hombres y mujeres somos dados a hablar de la gente, a fijarnos en los defectos, en los errores y a veces se dimensionan más de lo que son. Entonces por eso hay que evitar la murmuración y mejor fijarnos en lo positivo de los demás, para celebrarlo, felicitarlo cuando la gente tiene acciones buenas”.