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Iglesia Católica

Obispos llaman a proteger a migrantes y familias ante violencia

Durante misa en Mazatlán, el Obispo Mario Espinosa Contreras alertó sobre la migración forzada en México y la violencia que enfrentan quienes emigran. Señaló también preocupaciones por desintegración familiar, políticas educativas y confrontación social
30/11/2025 13:49

MAZATLÁN._ La migración forzada continúa en México y quienes emigran se encuentran con nuevas formas de violencia en el camino, advierte la segunda parte del mensaje de la Conferencia del Episcopado Mexicano.

Este fue leído por el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Monseñor Mario Espinosa Contreras, al oficiar este domingo misa en la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción.

“La migración forzada continúa, miles de mexicanos se ven obligados a abandonar sus tierras no solo por buscar mejores oportunidades, sino también por huir de la violencia, y los que emigran se encuentran con nuevas formas de violencia en el camino”, puntualizó.

“Por nuestro territorio cruzan miles de hermanos centroamericanos y de otros continentes, víctimas de extorsión, secuestro, trata y muerte, y en cada una de estas realidades la Iglesia está presente con Casas del Migrante, albergues, defensa de derechos y acompañamiento pastoral. El rostro del migrante es el rostro de Cristo crucificado hoy”.

Ante decenas de fieles, religiosas y religiosos, Espinosa Contreras añadió que esta situación no se debe quedar en estadísticas frías que dan cuenta de todas estas realidades de inseguridad, de pobreza y justicia, ya que son rostros concretos, son familias destrozadas, son madres que lloran a sus hijos, son comunidades indefensas y empobrecidas, y como pastores no pueden permanecer indiferentes.

“Hermanos migrantes, ustedes que sufren la violencia, las amenazas, el miedo, el desplazamiento forzado sepan que sus obispos están con ustedes. Escuchamos su clamor, compartimos sus angustias, acompañamos su dolor y queremos que el testimonio de nuestros mártires sea fuente de esperanza; ellos vencieron porque Cristo venció y nosotros también venceremos si permanecemos unidos a Él”, subrayó.

“Queremos que sepan que nuestra cercanía está siempre con las víctimas, con los pobres, con los que sufren, que nuestra amistad es sobre todo con el pueblo sencillo que lucha cada día por sobrevivir con dignidad, como nos lo dice el Papa León XIV: el cuidado de los pobres forma parte de la gran tradición de la Iglesia como un faro de luz que desde el Evangelio ha iluminado los corazones y los pasos de los cristianos de todos los tiempos”.

En esta segunda parte del mensaje, cuya primera parte se leyó el domingo 23 de noviembre en las parroquias de todo el País, el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, que comprende todo el sur de Sinaloa, expresó que lo anterior no lo hacen con odio ni con resentimiento, sino con la firmeza que brota del amor y porque aman a este pueblo del que son parte, a la gente de la nación, y precisamente por ese amor no pueden callar ante lo que está mal.

Espinosa Contreras recalcó que como lo dice el Papa León XIV: siempre se debe recordar que la propuesta del Evangelio no es solo la de una relación individual e íntima con el Señor, sino que es más amplia, es el reino de Dios, por lo que tanto el anuncio como la experiencia cristiana tienden a provocar consecuencias sociales, buscan su reino.

“Respecto a la familia, es el corazón herido de la sociedad, los datos son alarmantes y no podemos ignorarlos, familias desintegradas, violencia intrafamiliar y en ambientes escolares adicciones que destruyen la vida de los jóvenes. Necesitamos elevar la voz cuando las políticas públicas atentan contra la familia”, señaló.

“Las políticas públicas educativas se están implementando sin un diálogo con los padres de familia y con los demás agentes de la educación, se introduce en las escuelas una ideología que relativiza la complementariedad hombre-mujer, que diluye la identidad sexual, que presenta como progreso lo que en realidad es de construcción de la naturaleza humana”.

Expresó que se añade también una ideología política de confrontación social que no conduce a nada bueno.

“Se añade también una ideología política de confrontación social que no conduce a nada bueno y cuando los padres de familia u otros integrantes de la sociedad expresan su preocupación son descalificados como conservadores, retrógrados, enemigos de los derechos, se les niega el derecho fundamental a participar activamente en la educación de sus hijos, se les dice que el Estado sabe mejor que ellos lo que sus hijos necesitan aprender”, recalcó el Obispo de la Diócesis de Mazatlán.

“Hermanos y hermanas, pudiera parecer que este diagnóstico de la realidad nos lleva al pesimismo, pero no es así, porque la esperanza cristiana no consiste en cerrar los ojos ante el mal, sino en mantenerlos abiertos reconociendo que Cristo ha vencido el mal con el bien, solo reconociendo nuestros errores podemos corregirlos”.

Monseñor dio a conocer que va concluir ya el año de la esperanza, pero continúa la peregrinación hacia nuevas metas para transformar a la sociedad como lo hicieron en su momento los mártires, ellos fueron fieles en medio de la persecución cristera, no esperaron que el Estado totalitario se volviera benévolo, resistieron con la fuerza de su fe, no esperaron que fuera fácil seguir a Cristo, lo siguieron aunque les costara la vida.

“Nosotros, hermanos, emprendamos nuestros caminos de paz y solidaridad para cambiar nuestra realidad hacia la justicia y la fraternidad. Hermanos y hermanas, ante muchas de las dolorosas realidades que hemos mencionado, los Obispos de México no tenemos la solución, pero estamos dispuestos a buscarla en el diálogo con todos los que verdaderamente amen a México más allá del partido político en el que militen, de la ideología que les inspire o del credo religioso que profesen”, enfatizó.

“Entre tanto sigamos construyendo con Cristo Rey como única y verdadera esperanza de México, confiados en que Nuestra Señora nos conduce hacia un futuro de justicia, paz y reconciliación”.