Reconoce Mazatlán Fraterno a Periferia Subversiva por su labor humanitaria en comunidades de Concordia
En un acto cargado de reflexión social y memoria histórica, la asociación civil Mazatlán Fraterno hizo entrega del reconocimiento Ernesto Galarza al colectivo Periferia Subversiva, por la labor que ha desarrollado durante años en comunidades serranas del municipio de Concordia, donde la violencia y el desplazamiento forzado han transformado la vida de decenas de familias.
Fue el auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Sinaloa el escenario en el cual tuvo lugar la entrega de este galardón, el cual consistió en un trofeo y una aportación simbólica de 5 mil pesos, para reconocer el trabajo comunitario que el colectivo ha desarrollado a través de brigadas de salud y apoyo humanitario.
Fue la representante del colectivo, Rita Tirado, quien recibió este reconocimiento, quien estuvo acompañada por varias integrantes de la organización, viviendo el momento como un homenaje a los años de trabajo silencioso, constante y sin remuneración que se ha realizado.
Durante su mensaje, Tirado señaló que la defensa de los derechos humanos y el activismo comunitario nacen de profundas convicciones, más que de recursos materiales, destacando que el reconocimiento llega en un contexto particularmente adverso, donde la escalada de violencia en Sinaloa ha afectado a comunidades rurales, mujeres, niñas y familias desplazadas que intentan reconstruir sus vidas.
“Me siento profundamente honrada y agradecida por este reconocimiento, sobre todo porque nuestra labor en la defensa de los derechos humanos siempre ha nacido de la convicción y nunca de una remuneración. Nunca habíamos sido reconocidas por nuestro trabajo y para nosotras tiene un valor simbólico muy importante”, declaró Tirado.
“Este reconocimiento llega como un respiro en medio del contexto de violencia que vivimos y del proyecto en el que acompañamos a familias desplazadas que han decidido retornar”, agregó.
Rita Tirado externó que este reconocimiento no solamente refleja el trabajo del colectivo, sino también a todas aquellas personas que formaron parte de las brigadas que llevaron servicios médicos, psicológicos, talleres de organización comunitaria y acompañamiento a mujeres en situación de riesgo a la zona serrana de Concordia.
“Este reconocimiento también pertenece a quienes han sostenido las brigadas con ternura, trabajo y convicción, incluso desde la distancia. Cada brigada ha sido un pilar para enfrentar territorios donde el Estado decidió retirarse”, comentó.
Asimismo, expresó que su activismo feminista y transfeminista, va más allá de lo individual y se orienta a la dignidad de todas las personas, ya que el feminismo que practican es transfeminista, antirracista, decolonial y profundamente comunitario.
“El feminismo no se limita a las mujeres; es para todas las personas y se sostiene en prácticas transfeministas, antifascistas, antirracistas y decoloniales que defienden tanto el cuerpo como el territorio”, destacó.
Para la activista, la violencia que actualmente atraviesa Sinaloa se ha convertido en un conflicto interno que se niega a ser reconocido, a pesar de ser el causante de romper familias y borrar vidas, pues considera que las cifras de desapariciones y desplazamientos forzados revelan una emergencia silenciosa que recorre toda la zona serrana de la entidad.
“Los feminicidios y asesinatos de mujeres dejan claro que la violencia patriarcal y la criminal van de la mano. Las estadísticas muestran un incremento alarmante en homicidios y desapariciones, pero para las comunidades son heridas abiertas”, señaló.
“Hablar de paz desde un escritorio no basta cuando los territorios siguen marcados por miedo y silencio”, añadió.
Incluso, relacionó como este tipo de activismos con brigadas en regiones afectadas por la violencia, son el reflejo de una situación que se vive no solamente en Sinaloa o México, sino a nivel mundial, con conflictos bélicos como los que se viven en Palestina, El Congo y algunos pueblos originarios.
“Las violencias comparten origen y lógica. La vida se ve amenazada por sistemas que convierten cuerpos en recursos y territorios en mercancía. Las causas pueden cambiar de rostro, pero la defensa de la vida es una sola”, puntualizó.
Un reconocimiento a la labor en territorios vulnerados
El acto fue organizado por Mazatlán Fraterno, una asociación fundada en 2016 para promover acciones de apoyos a migrantes, comunidades desplazadas y grupos vulnerables.
Durante la ceremonia, el presidente de la asociación, Omar Lizárraga Morales, destacó que Periferia Subversiva representa uno de los esfuerzos más constantes y valientes en las zonas altas de Concordia, donde el abandono institucional y la inseguridad han obligado a múltiples familias a desplazarse.
Además, destacó que el colectivo ha logrado sostener una presencia respetuosa y solidaria en comunidades donde la confianza se ha construido con paciencia y compromiso.
Para la entrega del reconocimiento, se contó con la presencia de Germán Lizárraga, integrante de Mazatlán Fraterno, el cual reconoció el trabajo de las brigadistas que realizan estos esfuerzos en lugares donde las instituciones no siempre llegan.
Durante la ceremonia, también estuvo presente el vicerrector de la Zona Sur de la UAS, Iván Tostado Ramírez, acompañado por autoridades académicas y sociales, destacando la importancia de fortalecer la colaboración entre universidades, organizaciones civiles y la comunidad.
El reconocimiento también estuvo acompañado por un mensaje del académico y columnista, Isaac Aranguré, quien destacó como el trabajo del colectivo refleja el espíritu del propio Ernesto Galarza, al defender a los marginados, denunciar las injusticias estructurales y el compromiso con quienes viven al margen del poder.
“Allí donde persisten las huellas del desplazamiento y la pobreza, el colectivo ha construido una presencia solidaria que reconoce el dolor, la dignidad y la fuerza de las mujeres serranas. Como Galarza en su tiempo visibilizó la vida de los trabajadores migrantes, Periferia Subversiva visibiliza hoy a las mujeres del Sinaloa profundo”, expresó Aranguré.
“Su labor no busca protagonismo, sino comunidad: entregan víveres, organizan talleres, acompañan emocionalmente y siembran esperanza. En la sierra, donde las brechas sociales se sienten con más dureza, su trabajo recuerda que los feminismos también son una forma de justicia territorial”, añadió
El legado de Ernesto Galarza
Finalmente, para contextualizar la importancia de la figura que da nombre al reconocimiento, el académico e investigador, Arturo Santamaría, ofreció una semblanza de Ernesto Galarza, originario de Jalcocotán, Nayarit, pero con vínculos académicos y afectivos con Mazatlán.
Santamaría recordó que Galarza dedicó su vida a documentar la explotación de trabajadores migrantes en campos agrícolas estadounidenses, denunció abusos y promovió la dignidad laboral de quienes sostenían una economía que rara vez reconocía su aportación.
“Galarza mostró que la mayoría de los trabajadores mexicanos de la época migraban de manera indocumentada, lo que complicaba cualquier esfuerzo de sindicalización”, dijo. Santamaría.
“Sus libros nacieron de una experiencia directa como activista sindical, no solo de la reflexión académica. Nunca olvidaré aquel encuentro por su calidez y por la solidez de su pensamiento, era uno de los grandes mexicanos que hicieron su vida en Estados Unidos” puntualizó.
De esta forma, a través de esta distinción, Mazatlán Fraterno destaca la relevancia de quienes, desde la sociedad civil, sostienen iniciativas humanitarias en territorios donde las instituciones no siempre alcanzan, como lo hace Periferia Subversiva, reafirmando su compromiso con las comunidades vulneradas y con la construcción de entornos más dignos y solidarios.
El evento contó con la presencia de invitados especiales como Oscar Loza Ochoa, titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos; el diputado local, Manuel Guerrero Verdugo; y José Ángel Pescador, presidente del Colegio Sinaloa, quien fue galardonado en la edición pasada.