Regresa a Mazatlán el maestro David Osuna tras someterse a radiocirugía ocular
CULIACÁN._ Con un cúmulo de sentimientos y acompañado por sus familiares, regresó a Mazatlán el maestro David Osuna, después de atravesar por un complejo proceso médico en Monterrey, Nuevo León, donde fue sometido a una radiocirugía para erradicar un tumor en su ojo izquierdo.
David arribó al puerto con un semblante sereno y compartió su experiencia con respecto a esta intervención que se realizó con tecnología láser y evitó que perdiera el glóbulo ocular, cómo se llegó a tener contemplado inicialmente.
Aún con una visible sensibilidad a la luz y la vista parcialmente afectada, el joven docente se mostró optimista de cara a su recuperación después de un procedimiento que lo mantuvo lleno de nerviosismo e incertidumbre.
“El día de la cirugía estaba muy nervioso, estaba muy preocupado y ahorita mi vista pues no es la misma que antes de entrar a cirugía, pero en teoría la voy a ir recuperando y me siento feliz y muy contento”, expresó.
“Tengo muchos sentimientos encontrados, entre emocionales y espirituales, pues lo que pasó fue que pedí ayuda y el pueblo respondió”.
El maestro en ciencias compartió que el proceso fue muy repentino, pues desde su primera cita médica se programó una cirugía en la cual se debía tomar una decisión, ya sea para remover el glóbulo ocular o esta radiocirugía.
Ante esta encrucijada, en la cual estaba de por medio una cantidad económica muy elevada, David optó por pedir apoyo a través de redes sociales a la comunidad mazatleca, de la cual tuvo una respuesta muy favorable y por ello se siente totalmente agradecido.
“Sinceramente sentí mucho amor de parte de mi pueblo, recibí muchos mensajes donde me estaban preguntando por mi estado anímico, saber cómo me sentía yo físicamente y yo hice el mejor esfuerzo de poder ser lo más transparente y comunicarlo mejor que pude”, dijo.
“Recibí mucho, pero mucho apoyo tanto moral como espiritual de parte del pueblo y no cabe duda que somos más los buenos”.
Explicó que a través de este tratamiento se logró erradicar cerca del 90 por ciento del tumor, sin embargo, el proceso no ha concluido, pues aún deberá de regresar a Monterrey para continuar con las revisiones periódicas y aplicación de inyecciones que complementan este procedimiento médico.
“Recordemos que el proceso de tumoración son células que crecen de manera muy descontrolada, y yo necesito estarme poniendo esas inyecciones para de esta manera asegurar que se siga erradicando esas células cancerígenas”, indicó.
“Si no me las llegase a poner, con el tiempo muy seguramente ese cáncer sobreviviría y tendría mayor crecimiento, por lo que el tratamiento no termina con la radiocirugía”.
David Osuna también destacó la eficiencia del tratamiento que, según los especialistas, alcanzan hasta un 98 por ciento de efectividad siempre y cuando se cumpla con el seguimiento correspondiente.
Actualmente, la principal indicación por parte de los médicos es darle prioridad al descanso y reposo, así como seguir cuidando su salud visual y regresar a sus chequeos que se estarán programando cada cuatro meses a partir del mes próximo.
“De momento debo descansar, dentro de un mes tengo que volver a Monterrey para estar haciendo los chequeos. Ahorita me siento un poco cansado, tengo la vista un poco borrosa y coloración amarilla debido a micro hemorragias internas, pero me siento bien”, puntualizó.