"Residuos y escombros de obras son contaminantes para especies en zona de playa"
“No es tóxico, no tiene sustancias tóxicas que puedan causar envenenamiento, pero cuando se va acumulando se lo van comiendo y se les pega en el estómago, eso hace que no tengan sensación de hambre, por lo tanto ya no comen lo que deben comer y se mueren”, expuso.
“Pero hay otros plásticos con los que se pueden asfixiar, o los popotes que se les atoran en las gargantas”.
Alrededor de 4.7 kilómetros de playa, del monumento a la Familia al monumento al pescador hay afectaciones por dichos materiales que se acumulan, entre madera, concreto, unicel, alambres y restos de palmas.
A esto se le suman las colillas de cigarro y los envases de plástico.
El integrante del Centro Ecológico de Mazatlán señaló que el poliestireno se utiliza en las construcciones para rellenar algunas zonas y después ser cubiertas por concreto, pero son los restos los que ocasionan un daño ambiental.
En diversas partes de la zona costera se encontraron pedazos de unicel, incluso el viento arrastró los residuos de este material, haciendo que sobre la arena húmeda se encuentren esferas pequeñas que son arrastradas por el mar.
“Las bolitas son las mismas que ha regresado el mar, las que se encuentran sobre la arena húmeda, ¿imagina cuánta cantidad de poliestireno no hay dentro del mar?, y eso a pesar de no ser veneno, es contaminación visual y es contaminación a un espacio natural”, alertó.
El material que las constructoras utiliza para trabajar se encuentra apilado y sujeto con cuerdas, pero cuando es utilizado los restos son llevados por el viento hasta la zona de playa.
Las obras se extienden a la zona de playa.
Suscríbete y ayudanos a seguir
formando ciudadanos.