"Salomón Cuser: el artista que pintó el mural en la Avenida del Mar, en Mazatlán"

Fernando Espinoza

MAZATLÁN._ A las expresiones artísticas que se encuentran sobre el paseo costero y que muestran la identidad de Mazatlán, se suma un gran mural creado por el artista visual urbano Salomón Cuser.

Inspirado en las costumbres prehispánicas, el muralista plasmó solo con aerosoles y sobre uno de los costados de un edificio de cinco pisos la Danza del Venado, representativa de Sinaloa y Sonora.

La obra, que se encuentra a un lado de la Torre Eme, firma que propuso al artista el proyecto, se puede apreciar desde metros viniendo de la zona que ocupa Playa Norte.

La creación muestra el rostro de un danzante con una cabeza de venado, en su cuello un collar de cuentas negras y sobre su frente un pañuelo rojo brillante que simula volar con el viento hasta los pies de otro danzante, este está de cuerpo completo vestido con enagüillas color blanco y en sus manos sonajas de bule.

“Estoy impresionado por la respuesta que hubo, tanto en redes sociales como cuando estaba pintando, y de hecho ahora que ya está terminado me comenta la gente que está en el edificio que todos los días viene gente a tomar fotos y preguntar quién lo hizo, la verdad no los esperaba”, comenta Salomón Cuser.

Para el artista visual, un hombre con facha relajada, bromista y sin pretensiones, el revuelo que ha tenido esta obra terminada hace dos días radica gran parte en la ubicación, a lo que se suma la dimensión del trabajo, y que se trate de un contenido muy arraigado de esta región.

El instinto, su guía

Aunque para realizar una obra de ese tamaño, Salomón Cuser hizo un boceto en digital, comenta que en todas sus obras está permitido improvisar, dejarse guiar por su instinto, y que su creatividad lo sorprenda.

“A mí me gusta hacer base en boceto, pero a la hora de hacer el mural me gusta tener cierta libertad, e incluir cosas que surjan y que vendrían bien en el momento, aunque no estén planeadas”, agregó.

Durante la entrevista, que se realizó al pie del mural, recordó que su primer mural lo realizó en el año 2000, en una barda en el patio de su casa, desde entonces es una de las actividades que más le gusta hacer, y la comparte con su trabajo como tatuador -su prioridad- y enseñanza de dibujo.

“Siempre trato de transmitir cosas, muchas veces me hago alguna pieza de cualquier técnica, un tatuaje, un cuadro o un muro, y tiempo después me doy cuenta que cuando la hice estaba viviendo algo y se reflejan en esas creaciones”.

Al artista le emociona que este mural, por su ubicación y tamaño, vaya a ser un parteaguas que vendrá a demostrar que con el graffiti también se puede hacer arte.

“Aún es en estas fechas no es común que la gente considere como importante que haya arte en las calles, pueden pensar que es innecesario, pero el arte viene a sensibilizar a la sociedad, y eso es bueno”, expresó.

“Creo que la gente aquí en Mazatlán no está acostumbrada a ver piezas de este tamaño”.

Arte con el graffiti

La noticia del joven que rayó las paredes recién remodeladas en el Centro Histórico le llegó a Salamón, y aunque dijo que no es quién para juzgar, sí habló sobre sus experiencias.

“Todos empezamos haciendo graffiti ilegal de alguna manera, en lo personal yo dejé de hacer ese tipo de graffiti para sumar a la sociedad en lugar de restar; considero mi graffiti artístico como una contribución al paisaje urbano, el graffiti vandálico resta”, agregó.

Una de las soluciones que ve el artista para estos casos, es tratar de enfocar las inquietudes de los jóvenes, no de coartar su forma de expresarse.

Hasta estos días, el estilo de Salomón se ha visto influenciado sobre todo por pintores y muralistas mexicanos, entre los que destacó a Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, pero también mencionó al graffitero veterano, Humo, quien ha sido parte de su inspiración.

El artista confesó que le anima la idea de seguir pintando sobre edificios, y entra más grandes sean mejor.