"Se unen el hombre y el jaguar en un baile"
El sonido del jaguar suena entre las olas, los humanos salen a su acecho y comienza el baile de cacería para provocar el miedo en el felino.
Los asistentes a la ceremonia para recibir el Equinoccio de Primavera en Las Labradas de la Meseta de Cacaxtla, siguen sin perder de vista cada paso de los bailarines que presentan “La danza de los bramadores”.
Con guajes que hacen el sonido representativo de un jaguar, se dan a conocer que en los inicios el hombre cazaba al jaguar para prevenir riesgos en los niños y en ganados.
Gregorio Corrales Herrera, coreógrafo de Cosalá, mencionó que la historia data años atrás, cuando humanos y animales convivían constantemente y el miedo acechaba ambas partes, y por medio de la danza muestra la unión que existe con el miedo en común.
“El ritual que se hace aquí consiste en que los campesinos en las comunidades llaman al jaguar para matarlo, porque lo creen un animal peligrosos para los animales domésticos y los niños, sin embargo, ellos no saben que el jaguar es más nervioso que el ser humano, el jaguar siente la presencia del humano y lo que hace es perderse”, declaró.
Señaló que su intención es mostrar que existe armonía entre animales y humanos, y que juntos son parte de una naturaleza a la que pertenecen y además forma parte de su hogar.
“La idea del baile surgió después de una investigación que hice en Cosalá, entre la vida del jaguar y el ser humano en aquel entonces, y lo representé a como lo imaginé en una danza”, añadió.
EL RUGIDO
DEL JAGUAR
Para representar el rugido del jaguar en la danza, a los guajes se les quita el interior y son cubiertos con cuero de borrego, les introducen una cuerda y al jalarla se escucha el “grito” del felino.