Sinaloa tiene también una historia arqueológica y muestra de ello son las urnas funerarias prehispánicas que puedes conocer

Como se enseña en las escuelas, parte del territorio mexicano fue habitado por diferentes culturas mesoamericanas que asentaron las primeras civilizaciones en donde hoy crecieron grandes pueblos y ciudades.

La prueba de ello son los diferentes vestigios arqueológicos que a lo largo de los años se han encontrado, algunos muy evidentes por su tamaño colosal en forma de pirámides, otros, más pequeños en forma de vasijas, instrumentos de guerra o restos funerarios que sirven para que los expertos investiguen sobre la forma de vida y creencias que se tenían, a comparación de la actualidad.

Sinaloa no está exento de estos hallazgos, los cuales pueden conocerse en el Museo de Arqueología de Mazatlán, el cual expone a diversas figuras antropomorfas que exponen el origen de los primeros habitantes del sur de Sinaloa, al igual que otras piezas de gran relevancia para el museo, como la urna funeraria de Chametla.

Esta urna, tiene alrededor de mil 100 años de su creación y fue encontrada en la comunidad de Chametla por el arqueólogo Ricardo Alducín en el año de 1986, y fue llevada al museo y trabajada por el antropólogo físico Arturo Talavera en 1989.

Se tiene la teoría de que contiene los restos de tres personas que eran familia originarios de la cultura Totorame, según lo explica el arqueólogo, Gibrán De la Torre.

“Mucha gente piensa que nuestros antepasados eran salvajes y que si se te moría el abuelito pues lo mochabas en pedacitos y lo metías a la urnas, pero nuestros antepasados no eran de ninguna manera salvajes, eran gente igual que tú y que yo, con el mismo sentimiento y apego familiar”, explica el también director del museo.

“El periodo de luto de estas sociedades prehispánicas de Sinaloa era un periodo muy largo, el primer paso era enterrar al ser querido de manera directa, ahí permanecía por un periodo aproximado de cinco a siete años, posterior a eso toda la familia iba y recuperaba los huesos del difunto para colocarlos al interior de la urna, en ocasiones la urna puede incluir más de un individuo, como la urna que tenemos en el museo”.

Después de exhumar los huesos, eran incorporados a la vasija para regresarlos al hogar de sus familiares, una vez que ya no expidieran olores o causaran enfermedades.

“El muerto regresaba al núcleo familiar, porque la urna funeraria y la posición de los huesos que casi siempre van en bultito, recuerda al feto dentro del vientre materno, es decir la urna estaría representando un regreso al vientre materno y el acto de enterrarla en la tierra es un regreso a la madre tierra”.

“Para nuestros antepasados la muerte no era el fin, era el proceso de un nuevo ciclo”, agregó.

Llamado

De la Torre explica, que estos vestigios arqueológicos sirven para entender mejor la historia, por lo que es común encontrarlo a la orilla de los ríos donde habitaran los antiguos pobladores debido a la fertilidad que tenían las tierras, sin embargo, no todos entienden su importancia.

“Estas urnas funerarias se encuentran mucho en el estado, pero la creencia de que las ollas contienen oro, ha desencadenado una serie de destrucción masiva del patrimonio porque en cuanto encuentran una urna la destruyen, no nos avisan”, manifestó.

Explicó que surgió la creencia de que los indígenas escondían el oro de los españoles, cuando a los antiguos pobladores ni si quiera les interesaba el material valioso, entonces en la actualidad, con la necesidad económica que se sufre, los sinaloenses que encuentran estas urnas tienden a romperlas para ‘encontrar el oro’, lo que causa un daño al patrimonio cultural de México.

“Lo que terminan es por destruir parte de nuestra propia historia, parte de nuestro propio patrimonio, el llamado es a llamar al Instituto cuando se las encuentren, y se mandan a nuestros compañeros especialistas para que se hagan cargo de las labores de rescate de ese patrimonio”.

El teléfono del Instituto Nacional de Antropología e Historia delegación Sinaloa, es el 667 713 9252.

Restauradores

El especialista en culturas antiguas de la localidad, informó que con los preparativos a la reapertura del museo y la antigüedad que tiene la pieza exhibida en el lugar, restauradores de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, visitaron el Museo de Arqueología Mazatlán para dar mantenimiento a las piezas que hay en este centro cultural.

Fueron tres personas, y de ellos, uno se dedicó exclusivamente a rehabilitar dicha urna durante casi una semana.

“Anteriormente no se le notaba que hubiera hueso, básicamente era tierra con la forma de los huesos, entonces todo el trabajo se tuvo que hacer con isopo, estar limpiando perfectamente cada una de las piezas y posteriormente se les aplicó un consolidante para que inmovilizado”, detalló Gibrán de la Torre.

“A veces pensamos que un museo es simplemente meter vitrinas y decir cosas, pero significa muchísimas cosas, muchísimos aspectos, muchísimos proyectos y el proyecto de conservación es uno de ellos, entonces nos vinieron a ayudar también en la presentación y preparación de un proyecto óptimo de conservación para el espacio museológico”, abundó el coordinador.

Reapertura

Comentó que el próximo 26 de noviembre el museo volverá a abrir sus puertas a mazatlecos y turistas, después de permanecer por más de 19 meses cerrados a causa de la pandemia.

Recordó que es importante recurrir a estos espacios de cultura y aprendizaje para conocer más sobre al pasado, quienes habitaron antes y entender el por qué se realizan ciertas actividades económicas o conductas que se tienen hoy en día, por mencionar un ejemplo.

“Cuando llegaba la temporada de huracanes, los ríos se desbordaban y producían un efecto como lo que pasa en el Nilo, a la hora de desbordarse (los ríos) dejan lodo en las tierras aledañas y eso luego fertiliza, entonces no tenías que estar fertilizando, no tenías que estar haciendo nada nada más permitir que el río se desbordara una vez al año y podías seguir sembrando, incluso hasta sus cosechas anuales”.

“Y esto permitía el establecimiento de culturas complejas y culturas de larga duración, generaciones y generaciones y generaciones de gente que podían vivir de estos recursos, especialmente pesca y agricultura... Sinaloa no nace con el cuerno de chivo, Sinaloa no nace con la llegada de los españoles, las cultura viene de muchísimo tiempo atrás”, agregó.

El museo permanecerá abierto de las 9:00 a las 17:00 horas de martes a domingo, y será en la sala uno donde se expondrá la Urna Funeraria de Chametla recién restaurada.