‘Trenazo’ cumple 25 años; familiares recuerdan a sus muertos, el olor, llanto y dolor
Con la mirada perdida y suspiros de nostalgia es como testigos del ‘trenazo’ recuerdan el suceso que trastocó la vida de todos los mazatlecos hace 25 años, un 31 de mayo de 1996, cuando un camión urbano quiso ganarle el paso al ferrocarril y, en consecuencia, 34 personas perdieron la vida.
”Yo a las 9:20 de la noche, llegué de una iglesia cristiana a mi casa y me estaba quitando los zapatos cuando oímos el ruido de metal que se oyó y se fueron varios amigos míos que venían de la Iglesia, incluso uno de los que brindaban la palabra de Dios ahí su hermano y otro familiar suyo, murieron, venían de la Iglesia”.
”Y fue tremendo ese estruendo que al recordarlo, pues oigo el sonido de los metales, fue tremendísimo, el sonido del metal nunca se me va a olvidar”, comentó Luis Antonio Vizcarra, vecino del Fovissste Playa Azul.
Un observador anónimo de los hechos, que aún habita a metros de donde sucedió el impacto platicó a la redacción de Noroeste que él vio el accidente desde que se presentó, en donde de manera pronta las calles se llenaron de corporaciones de auxilio, rescate y seguridad.
”Unos hijos míos y yo, estuvimos levantándolos, se llenó de gobierno; estatales, soldados, policías de tránsito estaba lleno, y luego quedó amontonado de huarachis, de ropa, bolsas y a donde está la vía, de zapatos”.
Narró que los agentes tuvieron que apartar al conductor de la unidad para que los colonos no lo mataran, pues toda la avenida se encontraba llena de personas que lloraban ante lo sucedido.
”Una lloradera que tenían dónde estaba yo y por todos lados, fue muy duro, tardé mucho para poder dormir, pues hubo un tiradero de gente muerta, la mayoría de puros jóvenes, yo vi bien cuando se levantó el camión con la cola hacia abajo y la trompa hacia arriba”.
Por su parte Don Rafael, otro testigo ocular de los hechos, comentó que el olor a restos humanos y cabellos perdidos en la estructura, es de lo que más se acuerda.
No obstante, criticaron el olvido que ha tenido este suceso, pues ven en las noticias como los conductores se siguen atravesando cuando pasa el tren, y a cualquier persona de la ciudad pero además, lamentan que los cenotafios se encuentren descuidados y llenos de basura, así como el memorial del cual apenas y se alcanzan a leer los nombres de los fallecidos.
”A la gente ya no le importó nada, ya no les importaron sus muertos, antes se hacían misas, las hacía Don Claudio que falleció, pero antes les ponían veladoras y limpiaban sus tumbas”.
Sin embargo, los mismos vecinos entrevistados coincidieron en que las generaciones han pasado, y la gente no solo se olvida de ello, sino que los familiares van muriendo y el recuerdo con ellos.
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