"UN PUERTO BAJO LA SOMBRA DEL MIEDO"
El Atlas de Riesgos Naturales de Mazatlán no sólo dibuja una ciudad “mal trazada” y zonas arrebatadas por asentamientos, el documento además evidencia una ciudad atrapada por riesgos que no se han corregido en zonas de hundimientos, de inundaciones y deslaves.
El principal incumplimiento de la autoridad municipal, de acuerdo con el estudio, es no difundirlo en un portal de Internet, como es la primera recomendación.
El documento no se ha socializado en la población, en esta temporada de lluvia no está disponible en el portal oficial del Gobierno de Mazatlán.
El Atlas de Riesgos Naturales se puede consultar, pero en dependencias federales, como Sedesol.
En alerta
Por sus condiciones geográficas, propias de un puerto, el Atlas de Riesgos Naturales advierte de peligros que pueden agravarse en zonas bajas, como inundaciones; identifica riesgos en viviendas al pie de voladores, como el Cerro El Vigía y Cerro La Nevería; al sur señala una situación delicada de deslaves en la Colonia Mazatlán II, donde en 2011 dos niñas fallecieron a causa de un deslave en el patio de su casa.
El Atlas sostiene que Mazatlán es zona de captación de cuatro subcuencas, ligadas a los ríos Quelite y Presidio.
En el caso de riesgos geológicos, identifica riesgos altos y medios en toda la zona urbana, y en un segundo grado se encuentra Villa Unión, con amenazas medias y altas, pero por tsunamis y hundimientos, y señala 3 mil 500 viviendas vulnerables.
En el caso de tsunamis, aclara que son lejanos, pero las zonas de alto riesgo son el área urbana, Urías, Isla de la Piedra y los accesos costeros; el peligro medio es en Barrón y El Walamo. En el caso de inundaciones, el Atlas de Riesgos Naturales señala que existen 8 mil 600 hectáreas susceptibles, con una población afectable de 60 mil habitantes.
“Considera también 289 colonias en riesgo... establece zonas de alto riesgo por inundación y deslizamientos, sin embargo, carece de una delimitación precisa de los desniveles de vulnerabilidad y riesgos ante las amenazas”, se indica.
El Atlas señala colonias que iniciaron como invasiones ganando terreno a marismas y que, al paso de los años, se regularizaron principalmente en la zona sur, donde identifica viviendas encima de cerros o a unos metros de puntos señalados por deslaves, ahí el riesgo es alto.
En la actualidad estas viviendas siguen ahí, al pie, como siguen las casas al filo de voladeros. Otro señalamiento es el riesgo alto que representan las márgenes del Arroyo Jabalines y el Estero El Infiernillo; señala lo vulnerable que resultan estas zonas donde hay casas.
En el caso del Estero El Infiernillo, identifica que de 1930 al 2004 la “boca” de salida al mar en el Puente Juárez se redujo.
Era de 470 metros, y hoy apenas tiene 49 metros, el resto de su espacio fue rellenado y hoy es zona ocupada. En una gráfica, muestra cómo esta salida se achicó.