"Viven los días santos adorando a Jesús"
Sheila Arias /Belizario Reyes /Marisela González
La grey católica de Mazatlán vivió en plenitud los días santos.
El pasado viernes decenas de católicos participaron en la Procesión del Silencio, un ritual de luto por la muerte de Jesús.
El recorrido fue de más de un kilómetro, del hotel El Cid al templo de San Judas Tadeo, en el Fraccionamiento Sábalo Country. Un tramo fue por la playa.
La mayoría de las mujeres vistió de negro, y otros llevaron la cruz de madera donde murió Jesús. El camino evocó la tristeza y el dolor.
“Sentimos el dolor de lo que estamos celebrando este día, en el paso la procesión quisimos dejar testimonio al turismo, para decirles ‘hoy celebramos el Viernes Santo, de una manera especial y sencilla”, dijo uno de los sacerdotes en la misa.
La Procesión llegó al templo donde se ofició una misa por la muerte de Jesús crucificado en el Monte Calvario.
Viacrucis en Catedral
Por su parte, participantes en la Pascua Juvenil de Mazatlán representaron la mañana de ese viernes el Viacrucis en la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción en este puerto.
Cientos de fieles católicos y turistas presenciaron esta escenificación.
Escenificaron el camino que siguió Jesús desde el momento en que fue sentenciado a muerte hasta su crucifixión en el Cerro del Calvario.
Vigilia Pascual
Un profundo silencio imperó entre los fieles católicos que acudieron a la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción a celebrar la Vigilia Pascual, el sábado.
El Obispo Mario Espinosa Contreras, en compañía de presbíteros de la Diócesis de Mazatlán, diáconos, seminaristas, religiosas y católicos, encabezó la ceremonia en donde encendió el Fuego Nuevo, ritual que marca el inicio de un nuevo año litúrgico.
El Sábado Santo que es considerado un día de luto, los católicos conmemoran la soledad de María después de llevar al sepulcro a Cristo, quedando en compañía del Apóstol Juan.
En la celebración, que lució con las imágenes del altar tapadas con un manto en color morado,se encendió el cirio, que representa el cuerpo de Cristo, la luz de la Pascua, de fe y amor.
