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"HOGAR SAN PABLO"

"YO CIUDADANO: Albergan a niños en abandono"

"En el Cerro del Vigía, una casa abre las puertas y brinda atención a los menores que habitan en la calle"
11/05/2016 17:57

MAZATLÁN._ La historia del Hogar San Pablo no se puede definir sin la del Padre Pedro Tovar, quien llegó a Mazatlán para fundar en 1975 una casa de asistencia para niños, que actualmente brinda atención y protección a jóvenes que han sido victimas de abandono, maltrato u orfandad.

 

Así la misión del sacerdote se hizo realidad sobre la cuesta del Cerro del Vigía, donde a los niños y jóvenes se les proporciona educación, formación religiosa y readaptación social y psicológica para un mejor desarrollo personal.

 

Con cuatro décadas de historia en Mazatlán, quien ahora se hace cargo de la dirección del Hogar San Pablo es el Padre Horacio Rabelo Moreno, continuando con los ideales y el proyecto de vida del Padre Pedro Tovar.

 

En un principio, el Hogar San Pablo estuvo dirigido a niños en edad escolar e hijos de los reclusos de las Islas Marías, donde no existían escuelas; después de que se construyeron, el edificio volvió a convertirse en un hogar para niños de la calle.

 

La casa cuenta con dos dormitorios con 24 camas cada uno; baños, cocina, comedor, sala de lectura y cómputo; los pequeños también pueden hacer deporte en la cancha de baloncesto.

 

En el lugar también viven hermanas franciscanas que auxilian en las actividades de la oficina y capilla.

 

Hogar San Pablo es una asociación gratuita, sin fines de lucro, que alberga a 26 niños y jóvenes entre las edades de 9 a 19 años, y para costear los gastos de alimentación, techo y educación, están abiertos a donaciones de parte de la comunidad y de empresas.

 

La misión: formar hombres de bien

El propósito del Padre Horacio Rabelo Moreno es la de hacer de los niños que sufrieron maltrato y abandono, hombres de bien, que se integren a la sociedad y que en su entorno puedan enfrentar los retos diarios.

 

El sacerdote nació en Rosario, pero ya se siente parte de Mazatlán, donde se hace cargo del albergue desde hace cinco años con la misión de darle a los niños escuela, educación religiosa, vestido y recreación, con la finalidad de dejar atrás las condiciones críticas en las que vivían.

 

La ayuda espiritual del Padre Rabelo va en sintonía con los principios fundamentales del Hogar San Pablo: valores basados en la solidaridad, responsabilidad, respeto, equidad y honestidad.

 

Pero para el párroco no es suficiente el poner todo de su parte, es sólo un grano de arena en un desierto de posibilidades, puesto que los niños tienen que lograr la autosuficiencia, el aprendizaje propio, disciplinarse a través de las necesidades y herramientas que se les proporciona, solamente se les da un empujón.

 

Su trabajo formativo lo llevó a adentrarse a la psicología, necesaria para entender las distintas problemáticas que viven los niños y adolescentes que son orillados a la violencia, malos hábitos y al rechazo.

 

Por lo que el trabajo fraternal también es de suma importancia para lograr avances, ya que cada niño esconde una historia detrás, cada una distinta a otra, y cuya atención requiere personalización adecuada.

 

DONACIONES

Para los interesados en brindar la ayuda a los niños que viven en Hogar San Pablo, pueden aportar donaciones en especie, trabajo comunitario o en efectivo a la cuenta Banamex 114-7499856, a nombre de la asociación, con comprobante deducible de impuestos.

 

¿DÓNDE ENCONTRARLO?

HOGAR SAN PABLO

Paseo del Centenario S/N Cerro del Vigía

Teléfonos: 981 6121 y 982 3720

http://www.hogarsanpablo.com