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Día de Muertos

Cempasúchil: el arte de cultivar tradición y memoria

Productores como Ulises Díaz Xolalpa, originario de Xochimilco, destacan el valor cultural y la importancia del cultivo de la flor que mantiene viva la conexión entre la vida y la muerte
01/11/2025 17:29

MÉXICO._ Las flores de cempasúchil han iluminado los caminos de los seres queridos desde tiempos prehispánicos. En aquellas antiguas civilizaciones, su color intenso y su aroma inconfundible eran parte esencial de celebraciones religiosas dedicadas a los dioses y a los muertos.

De acuerdo a un comunicaodo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el nombre cempasúchil proviene del náhuatl cempohualxóchitl, que significa flor de 20 pétalos. Su particular estructura ha sido motivo de admiración, ya que en las especies cultivadas puede alcanzar entre 200 a 400 pétalos.

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Por su importancia durante la celebración del Día de Muertos, en el episodio 34 del podcast “Voces del Mar y la Tierra” se conversó con Ulises Díaz Xolalpa, productor de cempasúchil originario de San Gregorio Atlapulco, Xochimilco, en la Ciudad de México, para conocer cómo el trabajo del campo sostiene una tradición que une generaciones y mantiene viva la conexión entre la vida y la muerte.

Ulises, quien se dedica desde hace 23 años al cultivo de flores ornamentales, entre ellas el cempasúchil, explica que tres meses y medio es el tiempo que tarda esta bella flor en estar lista para su venta en centrales de abasto, tiendas de autoservicio, mercados de flores y tianguis del País.

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En su vivero, produce alrededor de 70 mil plantas, fruto de un esfuerzo familiar que combina paciencia, conocimiento y amor por la tierra.

Para él, el cempasúchil no solo es una planta.

“Es símbolo de identidad, representa nuestra vida, nuestra alegría, nuestros esfuerzos de saber que nuestro producto es admirado por muchas personas más y eso es lo que nos motiva a seguir”, afirmó.

“La calidad del producto (cempasúchil de origen mexicano) final es la que nos da la pauta para seguir conservando nuestra semilla nacional. Estas plantas están aclimatadas a nuestro entorno, a nuestra geografía, a nuestra latitud”.

Por ello, asegura que los padres de familia deben sugerir a las nuevas generaciones de productores que no pierdan este trabajo, ya que “es muy bonito y tradicional”.

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La flor de cempasúchil en cifras

De acuerdo con datos de la Dirección General del Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en 2024 se registró la producción de cempasúchil en tres unidades de medida: manojo, planta y tonelada. 510 mil 019 manojos, provenientes de 171 hectáreas, con un valor de producción de 31 millones 931 mil pesos.

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Los principales productores fueron Michoacán, Estado de México y Veracruz.

3 millones 163 mil plantas, cultivadas en 17 hectáreas de Ciudad de México y Estado de México, con un valor de producción de 43 millones 756 mil pesos.

20 mil 659 toneladas, provenientes de 2 mil 203 hectáreas, con un valor de producción de 138 millones 367 mil pesos.

En esta categoría, Puebla, Hidalgo y Oaxaca destacaron como los principales estados productores.

Más allá de las cifras, cada pétalo de cempasúchil es un fragmento de memoria que florece cada año en los altares, en los campos y en el corazón de quienes mantienen viva esta tradición.

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