Después de 8 años sin datos, presentan encuesta de drogas: crece consumo de sustancias ilegales, como anfetaminas
El uso indebido de medicamentos aumentó en México del 1.3 por ciento en 2016 al 2.5 por ciento en 2025, mientras que el consumo de opioides pasó del 0.1 a 1.4 por ciento, de acuerdo con los primeros hallazgos de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2025.
Lo anterior fue presentado este martes en la conferencia mañanera por el Secretario de Salud, David Kershenobich, luego de que México no tuviera datos sobre consumo desde 2017, cuando se hicieron públicos los resultados de la última encuesta al respecto.
Esto generó durante varios años reclamos de la sociedad civil, pues luego de la última edición de un ejercicio similar en 2017, no existían datos que reflejaran los posibles cambios en patrones de consumo de sustancias legales e ilegales, indispensables para el diseño de política pública. Luego, en 2023, la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones prometió resultados para el siguiente año, pero el levantamiento tuvo que repetirse.
Tras un sexenio en el que el discurso presidencial giró en torno a la criminalización de usuarios y un año más de retraso en la administración actual para corregir el ejercicio que había sido comisionado por primera vez al Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) en 2023, la nueva encuesta identifica y analiza patrones de consumo, frecuencia, dependencia, percepción de riesgo, acceso y su relación con salud mental y determinantes sociales.
La muestra se concentró en 19 mil 200 personas de 12 a 65 años de edad dividida en adolescentes —de 12 a 17 años— y adultos.
El consumo experimental de drogas ilegales en adultos aumentó del 10.6 por ciento en 2016 al 14.6 por ciento en 2025, principalmente cannabis, alucinógenos y estimulantes anfetamínicos, mientras que en adolescentes disminuyó del 6.2 al 4.1 por ciento.
Por otro lado, el de cannabis pasó de 9.3 a 13.3 por ciento, el de alucinógenos de 0.8 a 1.5 por ciento y el de estimulantes de tipo anfetamínico de 0.9 a 1.6 por ciento en 2025.
“A pesar del aumento, sigue siendo un consumo bajo. La prevalencia del fentanilo, que también se investigó, fue muy baja: 0.2 por ciento alguna vez y 0.1 por ciento en el último año”, describió Kershenobich.
En tanto, el consumo de alcohol, según el Gobierno federal, disminuyó en el último año de 49.1 a 46.1 por ciento, y particularmente en adolescentes de 28 a 17.8 por ciento.
En tanto, el consumo de cigarros electrónicos aumentó de 1.1 por ciento en 2016 a 2.6 por ciento en 2025, y el consumo de tabaco fumado disminuyó de 17.6 a 15.1 por ciento en el mismo periodo.
Resultados en salud mental
De acuerdo con los principales hallazgos de la Encodat 2025, la población adolescente mostró mayores niveles que la población adulta en malestar psicológico, comportamiento suicida, violencia, y participación en apuestas y uso de videojuegos.
El malestar psicológico tiene una prevalencia de 8.1 por ciento a nivel nacional entre los 12 y los 65 años de edad; en adolescentes, incrementa en mujeres a 13.2 por ciento en contraste con los hombres, que lo reportaron en un 6.9 por ciento, mientras que para las personas adultas, hay una prevalencia de 10.2 por ciento en mujeres y de 5.1 por ciento en hombres.
Kersenobich aclaró que estos datos no cuentan con comparación respecto a 2016, porque no se registraban en las versiones anteriores.
Respecto al comportamiento suicida, la prevalencia de los últimos 12 meses evidencia que los adolescentes muestran tasas regularmente más altas en todas las etapas: 3.3 por ciento en ideación, 1.9 por ciento en planificación y 1.5 por ciento en intento, mientras que en los adultos los porcentajes corresponden a 1.7 por ciento, 1 por ciento y 0.5 por ciento, respectivamente.
Por otro lado, el 12.3 por ciento de la población de 12 a 65 años reportó haber sufrido algún tipo de violencia —física, emocional o sexual— en el último año, 18.1 por ciento en adolescentes y en adultos, 11.4 por ciento, con mayor afectación a las mujeres en ambos grupos.
Mientras tanto, el secretario de Salud señaló como una minoría a quienes participan en apuestas, pero con una prevalencia mayor en adolescentes: 6.9 por ciento que probablemente lo hagan de una manera patológica contra un 3.9 por ciento de adultos, con una alta predominancia en hombres.