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"Señoritingo, Pelele, Títere, representante de la mafia del poder, decía AMLO de Meade... ahora, desayunan juntos"

"Antes y durante la campaña, ambos políticos intercambiaron denostaciones"
05/08/2018 10:56

En un sólo día, el 28 de noviembre de 2017, antes incluso de iniciar campaña para la Presidencia de la República, el entonces dirigente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, calificó de “Señoritingo”, “Títere” de Luis Videgaray Caso y “representante de la mafia del poder”, a su futuro adversario electoral por el PRI, José Antonio Meade Kuribreña. Hoy, desayunaron juntos. López Obrador invitó a Meade a su vivienda particular y "compartieron el pan y la sal".

Ese día, en una gira por Michoacán, López Obrador reviró así al ex secretario de Hacienda quien, a su vez, consideró ese mismo día, pero por la mañana, que el político tabasqueño tenía “ideas viejas y hambre de poder”.

“Nos vamos a estar enfrentado, es normal, es parte de la política. Yo lo que pienso: que Meade es un pelele, es un títere, ya ni siquiera de Peña, sino de Videgaray, es una pena”, dijo López Obrador en aquel momento.

“Ya también impusieron a otro pelele, a otro títere, a Peña Nieto y miren cómo está nuestro querido México: impera la corrupción, hay mucha pobreza, mucha inseguridad, mucha violencia. Y ahora quieren a otro pelele a este señor Meade, este señoritingo ¡pues ya no! ahora será el pueblo el que va a elegir al próximo presidente de México, ya no más peleles, ya no más títeres”, indicó el tabasqueño.

López Obrador sostuvo en aquel entonces, que “la mafia del poder” iba a apoyar “con todo” al ex titular de la Secretarías de Hacienda y Crédito Público (SHCP), de Desarrollo Social (Sedesol) y de Relaciones Exteriores (SRE) en el Gobierno de Enrique Peña Nieto, inclusive, valiéndose de “paleros”.

Por su parte, el 27 de junio pasado, tres días antes de las elecciones del 1 de julio, el candidato del PRI a la Presidencia de la República, se expresaba de forma muy distinta a como lo hizo este viernes, cuando se reunió a desayunar con el tabasqueño, en el domicilio particular del virtual presidente electo.

“La historia va a juzgar a quienes, conociendo el riesgo de la alternancia autoritaria y antidemocrática de Andrés Manuel, lo han habilitado. Un Andrés Manuel que amenaza a todos: amenaza a la Suprema Corte de Justicia, amenaza a las fuerzas armadas, amenaza a las familias con sacar a los criminales a la calle”, dijo Meade Kuribreña en aquel entonces, durante su cierre de campaña, en Saltillo, Coahuila.

“[López Obrador] amenaza nuestros empleos atacando la inversión que los genera, amenaza a nuestros hijos amagando con destruir su educación y su futuro, y amenaza con sacar tigres y diablos, y por ello le decimos: te vamos a ganar”, aseguró aquel día el candidato presidencial priísta.

Dos meses antes, el 28 de abril, Meade Kuribreña afirmó ante los dirigentes de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), que López Obrador sólo ofrecía “riesgos y alejaría las inversiones”. La sola mención de los apellidos del tabasqueño provocó una gran rechifla entre todos los asistentes que llenaron el auditorio Fernando Amilpa, en la sede de la organización obrera.

“López Obrador no ofrece más que riesgos, aleja la inversión y destruye el empleo, yo les ofrezco certidumbre y estabilidad, les ofrezco acelerar la inversión, juntos vamos a generar empleos bien pagados”, dijo el entonces candidato priísta, quien también descalificó y puso como ejemplo cifras relacionadas con la inversión y el empleo, durante el paso del tabasqueño como jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

“Y hablamos de la experiencia, cuando Andrés Manuel llegó a la ciudad [la capital de la República], en la ciudad se invertían 10 mil millones de dólares, cuando Andrés Manuel se fue, invertían poco menos de la mitad, se invertían poquito más de 5 mil millones de dólares”, afirmó Meade Kuribreña.

“Cuando Andrés Manuel llegó a la ciudad, cada mes, se generaban 5 mil 500 empleos, cuando Andrés Manuel se fue se generaban 270, no queremos en el país alguien que destruye inversiones y alguien que destruye el empleo, alguien que con confianza los genere”, abundó el ex titular de la SHCP.

Un día antes, en un auditorio del Tecnológico de Monterrey, en la capital de Nuevo León, que no alcanzó a llenarse en su parte alta, el candidato presidencial de la alianza Todos por México fue cuestionado por los estudiantes de por quién votaría si él no fuera candidato. Al responder, el ex funcionario federal no descartó dar su apoyo a cualquiera, a excepción de López Obrador, de quien dijo categórico: “A ése no”.

Fueron días de duras críticas de parte de Meade Kuribreña contra López Obrador. El 26 de abril, al término de un encuentro con empresarios y sociedad civil de Matamoros, Tamaulipas, el candidato presidencial del PRI, manifestó que había que temerle a su contrincante López Obrador, porque estaba -según él- reeditando su discurso violento de las pasadas elecciones del 2012.

“Por lo que propone [el político tabasqueño] en materia de seguridad, por lo que propone en materia económica, por lo que propone en materia de prácticamente todos los temas que implican para el país un retroceso importante”, afirmó Meade Kuribreña.

“La guerra sucia implica anónimos y mentiras. Una contienda electoral implica contraste y en la medida en que ese contraste no apunte a nada que sea falso, no puede ser calificado como guerra sucia”, argumentó al negar que en el PRI se realizaran dichas prácticas contra López Obrador.

Durante el segundo debate presidencial, realizado el 20 de mayo, el priista señaló que en la declaración 3 de 3 de López Obrador no estaban sus tres departamentos “que sí están en el Registro Público de la Propiedad”, a lo que el candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, respondió: “Aprovecho de una vez para decirle que no tengo tres departamentos a mi nombre, si existiesen esos tres departamentos a mi nombre se los regalo al señor Meade”.

Ambos hicieron referencia a tres departamentos: uno ubicado en Heriberto Frías 1519, en la delegación Benito Juárez, en la Ciudad de México, y dos en Odontología número 57, interior 301 y 302, en Coyoacán, también en la capital de la República. Ninguno de los departamentos aparece en la declaración patrimonial de López Obrador, que data de 2016, ya que el primero está a nombre de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, y fue vendido a un tercero. Los otros dos, según información que publicó el diario . The Wall Street Journal, están en un proceso testamentario, para que los hijos del político tabasqueño sean los beneficiarios.

López Obrador había recordado, desde un mes antes, que el tema de los departamentos fue aclarado hace tiempo, cuando lo publicó WSJ, y que desde entonces mostró la documentación en redes sociales. Luego, consideró que el candidato priísta estaba “mal asesorado” por Aurelio Nuño Mayer. “Lo están mal orientando. ¡Y mucho ojo, Meade!, porque te quieren sacrificar. La mafia del poder quiere que te hagas a un lado para que se apoye a [Ricardo] Anaya [Cortés]. Y si va a perder, que pierda con dignidad”, dijo el tabasqueño.

El 14 de abril, desde Tijuana, Baja California, el candidato presidencial de Morena, negó que haya enviado a los dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Oaxaca, para boicotear un mitin del candidato presidencial del PRI, a quien mejor le recomendó: “¿Qué le mando a decir al candidato del PRI? Ternurita, ternurita, apúrate porque te va a ganar Margarita”, dijo.