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Damnificados

‘Sin turismo estamos derrumbados’: Acapulco Diamante, la lenta recuperación después del huracán

La lenta reconstrucción de Acapulco también se ve en los grandes hoteles de la Zona Diamante, que son custodiados por elementos de seguridad privada, mientras que algunos trabajadores realizan labores de limpieza y reparaciones

A 13 días de que el huracán Otis pegó en el puerto de Acapulco, la Zona Diamante, llena de lujosos complejos turísticos, se mantiene casi en silencio. En la mayoría de los hoteles como Palacio Mundo Imperial, Mundo Imperial Princess, Pierre Mundo Imperial, Mayan Palace Playa, Grand Mayan, Quinta Real Acapulco, Camino Real Acapulco y Holiday Inn La Isla, algunos trabajadores realizan obras de reparación y otros inmuebles están cerrados por completo, sólo con la presencia de guardias de seguridad privada.

En las calles de esta zona residencial con condominios de lujo usados principalmente por vacacionistas que alquilan a través de aplicaciones digitales, el panorama no es tan distinto que en el resto de Acapulco, salvo que en su gran mayoría los inmuebles están vacíos.

Los grandes hoteles son custodiados por elementos de seguridad privada y en las calles circulan taxis colectivos que transportan a los pocos trabajadores que limpian condominios o reparan hoteles.

El taxista Gustavo Rubén Montesinos barre afuera del hotel Princess Imperial. Él trabajaba en un sitio exclusivo para los turistas de ese hotel. Dice que no sólo perdió el techo de su vivienda y algunos muebles, también el empleo en este centro turístico.

“Todos estamos afectados, todos estamos en una situación muy difícil porque al acabarse la industria, sin chimenea, que es el turismo, todo el mundo que nos alimentamos de ella estamos materialmente derrumbados, porque no sabemos hasta cuando vaya a poder restablecerse la situación. Usted sabe que eso va a tardar un poquito porque no son pérdidas leves, son pérdidas cuantificables”.

El transportista cuenta que buscará conseguir un empleo temporal de los que promueve el gobierno. “En limpieza, que ganemos una moneda, más que nada porque la situación se va a poner un poco difícil para todos”.

El señor Gustavo opina que debería haber una iniciativa presidencial para que los hoteles puedan renovarse y comenzar como nuevos. “Eso sí va a ayudar a generar a lo mejor la mitad de la economía del puerto, pero eso va a dar aliento, ánimo a la gente, porque no va a ser tan fácil levantarse, es un proceso de mucho tiempo”.

$!El paso del huracán Otis por la zona de Acapulco Diamante.
El paso del huracán Otis por la zona de Acapulco Diamante. ( )

“Queremos trabajo”

Carolina Mercado carga una bolsa con toallas para lavar en su vivienda, porque en el departamento donde trabaja no tiene agua aún. Normalmente, ella limpiaba uno de los departamentos que funcionan como habitaciones de hotel dentro de un complejo La Isla en la zona Diamante. Teme que las personas que la contrataron le digan que el trabajo se acabó porque no lo podrán rentar en los próximos meses.

“A nosotros nos preocupa eso del trabajo porque fuimos afectados del huracán y queremos saber si el trabajo va a seguir. No nos han dicho nada y eso nos preocupa a todos los que trabajamos en esas áreas. Viene la temporada de diciembre y no sabemos qué va a pasar con esto. He andado entre los escombros tratando de ganarme aunque sea lo de un día para tener algo de dinero”.

Este lunes en la zona fue reabierta la tienda de autoservicio Chedraui, enfocada solo en productos básicos, con presencia de elementos de la Guardia Nacional y con el acceso restringido sólo a 20 personas.

El gerente, de nombre Agustín Carbajal Piedra, justifica la seguridad y el acceso restringido porque sólo tienen seis cajas en la tienda.

“Se han comportado muy bien, todo ha sido muy normal y no hemos tenido quejas de nadie, al contrario, mucho agradecimiento del cliente porque somos la primera tienda”, dice con una sonrisa.

La tienda, sin embargo, opera solo en una parte por los daños tras el huracán. Trabajadores reparan el área afectada. Todas las tiendas de esta zona también muestran secuelas del paso de Otis.

Casi en contraesquina se encuentra el hotel Mundo Imperial, cuya barda aún está caída. Algunos trabajadores limpian el enorme complejo turístico mientras que otras personas con cascos de protección evalúan los daños en decenas de cristales de las habitaciones.

Algunas de las esculturas del jardín todavía permanecen en el piso. Las albercas están sucias, las palmeras vencidas.

Todavía quedan restos de la XXXV Convención Internacional Minera que se celebraba la noche del 24 de octubre cuando el huracán Otis tocó tierra.

Dentro del bodegón donde se realizaría la Expo minera aún cuelgan los pendones del evento. El espacio mantiene los señalamientos de los comedores y los baños, y siguen de pie algunos de los paneles de madera colocados por las empresas para mostrar sus productos.

Otros ya han sido retirados por trabajadores y personas que limpian y barren, y que han ido amontonando los materiales como basura a un lado del espacio. Entre los stands de pie sigue como muestra una enorme máquina utilizada para la búsqueda de minerales a cielo abierto.

En uno de los barandales que separan uno de los jardines, cuelgan algunas playeras de los elementos de la Guardia Nacional que ponen a secar su ropa para lavarla, pues instalaron un campamento en este complejo turístico.

El estacionamiento sirve también como campamento para grupos de Protección Civil, bomberos y como un centro de acopio administrado por la Secretaría de la Defensa Nacional.

$!Rigoberto Blanco espera recuperar pronto su restaurante El Chirrín.
Rigoberto Blanco espera recuperar pronto su restaurante El Chirrín. ( )

Turismo en Acapulco

De acuerdo con la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo, el huracán causó daños en el 80 por ciento de la infraestructura hotelera, que tiene alrededor de 250 hoteles y unos 20 mil cuartos. Esta infraestructura genera alrededor de 45 mil empleos.

Un representante de la consultora Enki Research calculó las pérdidas alrededor de 10 a 15 mil dólares, (hasta 270 mil millones de pesos). La empresa advirtió que, sin embargo, esas pérdidas no incluyen la derrama turística que la temporada invernal dejaría en el puerto.

El gobierno mexicano anunció una inversión de 61 mil millones de pesos en su plan de rescate de Acapulco. Este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que habló personalmente con los dueños de hoteles para reestrenar al menos 35 de esos inmuebles previo al tianguis turístico de 2024 que se celebra año con año.

López Obrador aseguró que habló con varios dueños de hoteles, como Antonio Cosío, de Las Brisas, que prevé tener para diciembre 75 por ciento de sus 251 habitaciones. También sostuvo llamadas con Juan Antonio Hernández, dueño del hotel Mundo Imperial; Daniel Chávez, del hotel Vidanta; y el mismo Carlos Slim, dueño del hotel Calinda.

A un costado del hotel Princess, el señor Rigoberto Blanco y tres hombres más intentan reconstruir sus restaurantes, que tenían estructuras de madera. A unos metros, un mercado de artesanías y souvenirs es ahora una montaña de palma y madera. En un camastro duerme un hombre frente al mar. Detrás de él resaltan pedazos de sillas, plásticos, telas, envases y palmeras que el huracán azotó contra la barda de los hoteles.

El señor Rigoberto Blanco dice que espera recuperar pronto su restaurante El Chirrín. Mientras, vivirá de los apoyos del gobierno y como lo ha hecho desde hace casi siete décadas, del mar.

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