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Festejo

Celebran a Quirino en un pueblo de ‘locos’

Felices por una calle de concreto que los ayudará en tiempo de lluvias, los habitantes de El Ranchito, Angostura, sorprenden al Gobernador con Las Mañanitas

EL RANCHITO, Angostura._ Parados en la calle, con una banda brillando al sol, los habitantes de El Ranchito, Angostura, esperan al Gobernador Quirino Ordaz Coppel. Están agradecidos con él porque les hizo una calle y le quieren agradecer celebrando su cumpleaños.

Quirino llega y levanta los brazos, arrullado por la música de viento. Son apenas un centenar de casas desperdigadas en los márgenes de una calle larga y blanca, de concreto reforzado que evitará que se queden incomunicados cada vez que llueve.

La anfitriona es la Alcaldesa de Angostura con el nombre más difícil que pudiera inventarse alguien, Anglaeé Montoya, pero con una sonrisa a prueba de balas y el empuje de diez tractores, ella organiza y la multitud se mueve a su ritmo.

$!Quirino y autoridades locales inauguran la calle.
Quirino y autoridades locales inauguran la calle. ( )

El pueblo de El Ranchito, le explican a Quirino, también es conocido como “El Rancho de los locos”, debido a que en el pasado ahí se casaban entre familiares y nacían muchos “inocentes”.

Pero la fiesta de un diminuto pueblo de Angostura no estaría completa si no asistiera un “loco feliz”, y por ahí apareció José Manuel “El Chenel” Valenzuela, el ex Alcalde de Angostura.

Y por si faltaran personajes en la mesa del Gobernador se sentó El Güero Burgos, un agorero de la política, famoso por predecir quién ganará una elección en las tierras fértiles de los indios nahoas.

No hubo muchos discursos sobre la calle de concreto de mil 200 metros, si acaso, el Gobernador recordó que los vecinos de El Ranchito casi se amotinaron para impedir que la calle se construyera de asfalto porque aseguraban que en la primera inundación sería destruida por el agua.

$!El Gobernador está por despedirse del Poder Ejecutivo estatal.
El Gobernador está por despedirse del Poder Ejecutivo estatal. ( )

En lugar de discursos, “El Chenel” contó cuando anduvo por la Península Ibérica, conquistando a los españoles en un solo día, cuando a ellos les había costado 300 años hacerse con estas tierras.

El Güero Burgos también desplegó sus propias andanzas y la Alcaldesa se disculpó con Quirino por darle tanta lata para que les hiciera la calle.

Después del pescado zarandeado, el pozole y el pan de mujer, Quirino recibió Las Mañanitas y aquello que parecía una fiesta tuvo una sensación de nostalgia, de despedida, en un pequeño pueblo donde los únicos locos eran los que no asistieron.

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