Dos años sin lluvia y dos tambos de agua para tres familias, la realidad en las zonas más alejadas de Sinaloa
CHOIX._ María es la más lenta de las que baja de su casa a medio horizonte en el pueblo. Camina con dificultad, encaramada en un palo que usa como bastón para que sus piernas se liberen un poco del dolor de reumas y pueda avanzar con mayor rapidez.
Se dirige a la Casa Ejidal, que tiene el pozo más hondo y grande del lugar junto al arroyo cuyo camino serpentino y arenoso guía a cualquier visitante.
Este jueves llegó una comitiva del DIF Sinaloa para entregar miles de litros de agua para 90 familias en este pueblo.
El Nacimiento parece tenerlo todo, por su posición, sus desniveles, su forestación y la protección que podrían brindar los cerros que lo rodean.
Pero el lecho del arroyo está seco, carece del elemento más importante y que hoy significa la gran diferencia.
”Llovía y corría el agua por el arroyo. Pero ahora no”, lamenta María Flores Estrada, quien tiene 43 años, todos viviendo en ese lugar.
”Ahora tiene dos años que no llueve. ¡Desde cuándo qué no tiene agua!”.
María vive en su casa con su esposo y una hija, además de otras dos familias.
”De enero para acá estamos batallando con el agua”, recuerda.
En El Nacimiento no hay ni un solo pozo, ni una sola manera de conseguir agua, sin embargo las posibilidades ya casi se agotaron.
En uno de los terrenos altos, junto a la escuela primaria, hay un propiedad con un pozo que todavía tiene agua, pero tiene dueño y no la comparte.
Enfrente, del otro lado del lecho arenoso, está la Casa Ejidal, en donde está el pozo más grande.
”Si hay bomba ahí, pero no echan agua ahí, sí dan para unas cuantas casas nomás, pero para uno pues no”, lamenta.
Lo único que se puede hacer para disponer de agua por esa vía es esperar a que llueva, algo que no pasa desde hace más de dos años.
Las otras opciones son esperar ayuda del Ayuntamiento de Choix o comprar galones en el abarrote.
”Pues se nos acaba el agua y tenemos que comprar así de un galón y así”, explica.
”Y luego para hacer comida... Pues somos tres familias y nomás dos tambos de agua, pues no nos alcanza”.
María y sus familiares esperan a ver cómo transportar los garrafones y paquetes de botellas de agua qué les han llevado.
Los hombres no están en el pueblo, pues se han ido al cerro a buscar un lugar para limpiar de árboles y maleza, para dejar listo el terreno para sembrar maíz y ajonjolí, y luego rezar para que haya buena temporada de agua.
”No, pues no tenemos agua a veces y nos la pasamos sin agua”, lamenta.
Luego hace una pausa.
”Pues ahí nos la pasamos así con poquito, a veces alcanza”, repone.