En la sierra de Sinaloa, serpiente venenosa muerde a adulto mayor
GUASAVE. – Una serpiente venenosa conocida como burila, de la familia de las víboras de cascabel, mordió a un adulto mayor en la zona serrana del municipio de Sinaloa, por lo que tuvo que ser trasladado de emergencia hasta Sinaloa de Leyva para que lo pudieran atender.
El activista social, José Román Rubio López, informó que don José es el adulto mayor que sufrió el doloroso encuentro con el reptil, pero debido a las carencias con las que trabajan las casas de salud municipales tuvo que ser trasladado hasta el Hospital Integral de la cabecera municipal.
El incidente ocurrió en la comunidad de El Chicural, la cual se ubica en la zona serrana, a 62 kilómetros de Sinaloa de Leyva.
“Muchas gracias al personal del Hospital General (sic) de Sinaloa de Leyva por atender a don José, de la etnia tarámari, a quien le picó (sic) una burila, un reptil peligrosísimo”, publicó en sus redes sociales el integrante del Colectivo Tarahumara Sinaloense.
Agregó que es necesario que se dote de medicamentos contra el veneno de este tipo de animales a todas las casas de salud que hay en el municipio e invitó a una campaña de recolección de medicamentos que son necesarios para dichos lugares.
Rubio López confirmó que don José, a quien se le hincharon las extremidades por la acción del veneno, ya estaba bien y fuera de peligro, luego de que le suministraron el antídoto y los medicamentos necesarios.
¿Cuál es la serpiente burila? De acuerdo con la Red de Divulgación de Herpetofauna, su nombre científico es Agkistrodon bilineatus, conocida como cantil, zolcuate, burila, cola de hueso, de acuerdo con la región.
Se le puede encontrar en las tierras bajas de la costa del Pacífico de México, con una amplia distribución desde el sur de Sonora, Jalisco, Nayarit, Chiapas, Colima, Michoacán, Guerrero, Morelos, Sinaloa, sureste de México hasta la península de Yucatán.
La Red de Divulgación de Herpetofauna indica que en Sinaloa se le puede encontrar comúnmente en áreas abiertas, como a orillas de arroyos, ríos, lagunas, canales, y de igual forma a orillas de caminos de ejidos y rancherías.
Está serpiente comúnmente llega a medir entre 60 y 80 centímetros, con tonalidades oscuras y un patrón de pequeñas manchas blanquecinas, es de cuerpo robusto, pero muy veloz a comparación del género “Crótalus”, el cual pertenece a la misma familia “Viperidae”.
Posee un veneno hemotóxico, el cual es de importancia médica y necesita un pronto tratamiento. Esta serpiente está en estado de conservación ante la NOM-059-SEMARNAT-2001.
