Jesús Manuel decidió, a sus 72 años, iniciar una carrera universitaria en Guasave

Jesús Manuel Rojas Flores salió de la primaria cuando cursaba el tercer año, a finales de los 50 del siglo pasado, porque tenía que acompañar a su padre a los surcos y trabajar como jornalero.

Hoy destaca entre la juventud de quienes acuden a la Licenciatura de Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma de Occidente, en la Unidad Regional Guasave.

Su dedicación y la manera en que ha demostrado sus ganas de estudiar lo ha llevado a destacar entre los nuevos Linces.

Por ello, es que la UAdeO lo destaca en su portal, como “la prueba fehaciente” de que cuando se quiere se pueden lograr las cosas.

Jesús Manuel nació el 6 de marzo de 1950, hoy cuenta con 72 años.

Su día comienza después de las 03:00 horas, cuando se levanta para alistarse en la comunidad de Norotillo Gato, recorrer después 3 kilómetros en bicicleta hasta el poblado Las Américas, donde aborda el camión que lo traslada a la ciudad.

Cuando llega a la escuela, toma clases desde las 07:00 horas, en el Grupo 01.

“Hubo un programa de primaria abierta y un muchacho de ahí del ejido me dijo y empezamos a estudiar la primaria y al tiempecito me llegó el certificado y yo me emocioné, dije: voy bien; entonces al tiempecito dieron secundaria abierta y me inscribí y ya verá que hice exámenes y me vino certificado de secundaria también”, recuerda.

“... pues me emocioné más y dije voy a seguirle, entonces la prepa tuve que venir a hacerla aquí en Guasave en un año con clases los sábados y me vino el certificado también de preparatoria y me dieron más ganas de seguir, me daban más ánimos de seguir adelante”.

Rojas Flores recuerda que desde niño había pensado en estudiar Derecho, por lo que se emocionó cuando vio esa posibilidad, sin fijarse en su edad.

“Yo cuando era niño le decía a mi papá quiero estudiar las leyes, me gusta mucho, pero él me decía que no había dinero y me sacó a trabajar a la labor en el corte de tomate, y le decía papá a mí me gusta el trabajo en el campo, pero madruga uno, anda en el lodo y gana poco, yo lo que quiero es estudiar y me decía estoy de acuerdo, pero no hay dinero”, señaló.

“Me gusta mucho la escuela y por eso decidí entrar a la universidad, me gustaría mucho ejercer cuando termine la carrera en el derecho civil, mi sueño sería tener mi propio despacho, si alguien no me contratara yo podría ejercer por mi cuenta”.

Por la edad, admite, de pronto sí se queja de un dolor ocasional de rodilla, pero no es algo que le impida cumplir con clases.