Cuidado, seamos conscientes

    La pandemia del Covid-19 sigue, con los riesgos que eso conlleva. Y la vida también sigue. Nadie está obligado a ir al Carnaval. La única obligación sería cumplir y acatar los protocolos sanitarios para evitar contagios. Hacerlo, es ser responsable. Háganlo.

    Finalmente, este jueves inicia el Carnaval de Mazatlán después de semanas en que se estuvo postergando el anuncio de la decisión de las autoridades. Y la fiesta arranca.

    Tal vez en la valoración de las razones para aprobar la organización de estas fiestas hubo un criterio más político que las razones científicas para afrontar la pandemia del Covid-19. O tal vez sí hubo un criterio técnico que animó al Gobierno de Sinaloa a autorizar la fiesta.

    El caso es que este jueves comienza con los tradicionales eventos y será responsabilidad de cada uno decidir si asiste o no.

    Es verdad que una pandemia prolongada, de dos años, hace que esos períodos de confinamiento ya se quieran dejar en el olvido para recuperar la normalidad. Pero dos años no significa que el riego no exista.

    Y por eso es precisamente la urgencia de que haya responsabilidad en estos encuentros. De las autoridades, que actúen con rigor para controlar las aglomeraciones en los lugares previstos para la fiesta.

    Y de la población, cumpliendo con todas las medidas sanitarias para evitar exponerse y exponer a otros a la enfermedad.

    La pandemia del Covid-19 sigue, con los riesgos que eso conlleva. Y la vida también sigue. Nadie está obligado a ir al Carnaval. La única obligación sería cumplir y acatar los protocolos sanitarios para evitar contagios. Hacerlo, es ser responsable. Háganlo.

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