Está claro que para muchos de los que viven en Sinaloa, lo que se anhela es que finalmente se restablezcan las condiciones de seguridad suficiente para todos y que la violencia deje de ser realmente hechos aislados.
Pero también, para muchos, está claro que los esfuerzos de las autoridades por contener los hechos violentos no han sido suficiente y para muestra de ello está la saña con la que han escalado los asesinatos que se registran en la entidad.
Sí, está claro que los responsables de las condiciones actuales que se tienen en la entidad son quienes están en la delincuencia organizada y son ellos quienes están acabando con la tranquilidad, la paz, la estabilidad y la economía de comunidades enteras.
Pero también, en toda esta crisis que ha agobiado a Sinaloa por casi 10 meses, está la responsabilidad de las autoridades, que no han tenido la capacidad suficiente para contener los hechos de violencia ni a sus perpetradores.
Por eso, vale más ser precavidos con lanzar las campanas al vuelo y asegurar que las condiciones se están haciendo bien solo porque en Mazatlán el escenario ha sido diferente al de otras comunidades de Sinaloa.
Es verdad que la dinámica del destino turístico más importante de la entidad ha funcionado de manera diferente y qué bueno que así ha sido y qué bueno que quienes llegan a él lo han podido constatar.
Y por eso los operativos de seguridad que se han implementado en momentos importantes, como el Carnaval o las vacaciones de Semana Santa han funcionado, por esa característica que tiene Mazatlán.
Pero en términos de seguridad y de estrategias, este puerto no es el reflejo de todo Sinaloa y por eso sería muy aventurado adelantar que los operativos funcionan solo porque ahí las acciones han tenido mejores resultados.
Las autoridades tienen una tarea pendiente por resolver, y aunque eviten hablar de ello o minimizarlo o atribuirlo a otras condiciones, lo que han hecho hasta ahora contra la ola de violencia no ha sido suficiente y urge que revisen qué han hecho, qué han dejado de hacer, cómo lo han asumido y cómo cambiarán para que Sinaloa restablezca su tranquilidad.
