Otra vez la burra al trigo
Dice el Secretario de Seguridad Pública en Sinaloa, Gerardo Mérida Sánchez, que la situación en el estado en temas de violencia no amerita que la gente se encierre o que deje de hacer sus actividades cotidianas, y con estos dichos sin duda nos vuelve a regalar un desplante de falta de empatía y discurso contrario a la realidad.
Si el pueblo sinaloense está retomando sus actividades, laborales, escolares y de recreación no ha sido por sensación de seguridad, sino por sobrevivencia, pues no queda de otra.
También señaló que no hay que temer, pues las situaciones de violencia ocurren por la noche y madrugada, como si esto sirviera de consuelo. Ahora resulta que los maleantes respetan horarios para asesinar, robar o llevarse a personas, pues es lo que piensa el titular de Seguridad Pública en Sinaloa.
Parece que se le olvida que nosotros nacimos y crecimos aquí y que él es el que viene de fuera, que nuestra vida se ha revuelto con la supervivencia en medio de problemas con el narcotráfico.
La realidad es que la situación no ha mejorado y con acciones tan tibias y faltas de inteligencia por parte de la autoridad solamente terminarán cuando al crimen organizado se le acaben los recursos humanos, materiales o financieros, y de esos tienen bastantes.
Entendemos perfectamente las limitaciones que tienen las corporaciones de seguridad, pues las vivimos todos los días, por ende, que no juegue el Secretario con nuestra inteligencia o con nuestra certidumbre.
Días conmemorativos, de desfile... y de caos
Desde que existen los fines de semana largos, que mucha gente llama puentes, se ha logrado el objetivo de que haya movimiento turístico esos días, pues la gente, al sumar tres días, o dos días y medio, sin laborar, pueden trasladarse de un lugar a otro y pasear, haciendo que se mueva el circulante en negocios dedicados al turismo en el nivel que sea.
Si bien ha sido una buena idea para su objetivo primero, lo cierto es que sigue generando desconcierto en la conmemoración en sí.
Uno, porque si antes la gente ni se acordaba a ciencia cierta del hecho histórico que se conmemoraba, ahora menos, porque es un día hábil, de trabajo, de clases... y otra porque aunque el día festivo se mueve al lunes, en el caso específico de esta semana, al lunes 18, de todos modos la conmemoración del 20, que fue ayer, se realiza con desfile cívico militar y todo.
O sea, en un día hábil, donde todo mundo trabaja y/o en teoría tiene clases, de todos modos hacen el desfile en la fecha precisa. Si alguien quería ir a ver el desfile, como se hacía antes, en el día festivo e inhábil laboralmente, pues ya no puede, porque tiene que ir a trabajar.
Pero peor aún, esa llegada a trabajar puede ser complicada, porque el desfile implica cerrar calles, muchas calles, y aunque miles de trabajadores y alumnos tienen que moverse para salir a sus empleos o clases, con lo que se topan es con calles cerradas que infieren directamente en el tráfico vial.
Ayer no fue la excepción, y tanto Culiacán como Mazatlán vivieron colapsos viales en varias de sus avenidas, a la hora en que estaba el desfile y en lo que terminó y que se seguían moviendo gente y vehículos.
O sea, qué bien los fines de semana largos, qué bien aprovechar los lunes festivos, pero ¿por qué mantienen la conmemoración oficial y organizan desfiles sin prever el impacto en la ciudad en un día de trabajo?
De locos...
La pesadilla de nuestra movilidad
Precisamente en el mismo tenor, tenemos que remarcar que el tráfico en Culiacán alcanzó la cúspide de lo espantoso este miércoles, afectando a conductores, pasajeros de transporte público y peatones.
Y es que precisamente por el desfile de la Revolución Mexicana el Gobierno de Sinaloa tapó la principal avenida de la ciudad, la Álvaro Obregón, pero esta decisión apenas fue uno de los factores que colapsaron la ciudad.
Porque todos los años se tapa, pero no todos los años colapsa la ciudad.
También en la zona norte de Culiacán, en uno de los bulevares más transitados, se encuentran haciendo un paso deprimido sobre el Orquídeas y José Limón, por lo que desde hace semanas el tráfico del sector está limitado por cierres. Y en el sector de Barrancos la Japac estaba haciendo reparaciones.
Pareciera ridículo que el cierre de estas arterias propicie una congestión vehícular tan inmensa y absurda, pero así fue, pues los trayectos de cualquier dirección de la ciudad rumbo al Centro aumentaron al menos una hora durante la mañana del miércoles.
El cierre de las calles nada más puso en evidencia el malestar que enfrenta Culiacán y que se ha ido gestando desde hace años sin que autoridad estatal o municipal se responsabilice o lo revierta, la capital es una ciudad diseñada para vehículos particulares y todos los demás métodos de transporte simplemente están sometidos a esta dinámica.
A este caldo de congestión vehícular se le debe sumar una cultura vial educada con base en castigos recaudatorios y no en aprendizaje, y la carencia de agentes de Tránsito que pues se encontraban todos los de la ciudad resguardando la Avenida Obregón para garantizarle a la administración un espectáculo en paz.
La jornada de caos inició con una joven atropellada en pleno centro de la ciudad por un camión de la ruta Lázaro Cárdenas.
La joven terminó sin vida a unas cuántas calles de donde el Gobernador Rubén Rocha Moya y el Alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil disfrutaban del desfile.
Por supuesto que no hay autoridad que admita que deben reformarse las dinámicas de transporte en Culiacán, no con anillos periféricos o camiones nuevos, sino con un sistema más eficiente de transporte público en cuanto a rutas y capacitación humana para los operadores, programación adecuada de semáforos, ciclovías supervisadas por personal de Tránsito, y agentes en puntos estratégicos, y no cuidando conos naranjas en espectáculos gubernamentales.
Muy bien ‘recordada’ en Mazatlán
La ex Oficial Mayor y presidenta del Comité de Adquisiciones del Ayuntamiento de Mazatlán en el Gobierno de Luis Guillermo “El Químico” Benítez Torres, Nayla Adilene Velarde Narváez, es la primera mujer Recaudadora de Rentas en Mazatlán desde la mañana del pasado martes 19 de noviembre.
Velarde Narváez es muy bien recordada y cuestionada en Mazatlán porque fue la presidenta del Comité de Adquisiciones del Ayuntamiento de Mazatlán, el responsable de haber otorgado un contrato a Azteca Lighting de S. A. de C. V. por 400.8 millones de pesos.
El pasado 4 de abril de este 2024, a petición de la Fiscalía General del Estado y en acuerdo con los imputados en el proceso, Velarde Narvaez y el ex regidor Bernardo Eduardo Alcaraz Conde, dos los ex integrantes de la administración de “El Químico”, fueron liberados del proceso penal por desempeño irregular de la función pública.
Los fiscales expusieron que el 25 de agosto de 2023, ambos imputados declararon y aportaron a la investigación, y dichas aportaciones revelaron hechos más graves de los que la Fiscalía les acusó para vincularlos a proceso.
Dieron dichos testimonios como parte de un acuerdo para obtener este beneficio de la suspensión del proceso en su contra, además de comprometerse a testificar en la etapa de juicio oral si la Fiscalía les llama.
Los dos señalaron que “El Químico” fue el principal interesado en cerrar el acuerdo por las luminarias, y aunque ellos aseguraron que intentaron convencerlo de licitar, Benítez Torres les forzó a autorizar la adjudicación directa.
Así que, con todo y todo, la ex Oficial Mayor de la administración más cuestionada de los últimos años en Mazatlán aún anda acomodada en el Gobierno, y hoy, llegando y llegando, citó a conferencia de prensa como nueva Recaudadora para dar a conocer los beneficios que brinda el programa del Buen Fin... En fin, diríamos nosotros, así las cosas en el Gobierno estatal.