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"Acusa el Alcalde protección a morosos"

"Destapan mafia que protegía morosos desde Jumapam"

"Anuncia ‘El Químico’ cese de funcionarios de la paramunicipal tras el escándalo protagonizado por Venados de Mazatlán"

Desde las entrañas de la Jumapam “operaba una mafia”, algo similar a una red que protegía morosos, denunciaron el Alcalde Luis Guillermo Benítez Torres y el gerente general de la paramunicipal, Quel Galván Pelayo.

El caso que destapó la “cloaca” fue la deuda del estadio Teodoro Mariscal, una cuenta de casi de 3 millones de pesos por un servicio facturado que no pagó.

La deuda y las posibles omisiones se detectaron los primeros 15 días del nuevo gobierno, por lo que Jumapam notificó a la familia Toledo, concesionaria del estadio, pero ésta no respondió, por eso se suspendió el servicio.

Clausuran taquillas del Estadio Teodoro Mariscal por las irregularidades del drenaje

Cesan a empleados

Este hecho ya costó bajas al interior de Jumapam, al menos ocho funcionarios de primer y segundo nivel han sido separados del cargo por su probable vínculo, pero la Comuna investiga si hay más involucrados y otras empresas que gozaron del servicio sin pagar.

Incluso, el Órgano Interno de Control intervendrá en la investigación.

En el caso del estadio los principales involucrados son ex funcionarios de la administración pasada, cuyo titular era Adalberto Becerra Ruiz.

Lo dije, era una mafia

Debido al adeudo de 3 millones de pesos, el viernes pasado la Jumapam cortó el servicio de agua y drenaje al estadio, el domingo por la mañana frenó un intento de reconexión de drenaje y encontró tres tomas clandestinas de este servicio, y por la noche Oficialía Mayor clausuró las taquillas para evitar que, sin servicio básico de agua, el Teodoro Mariscal ofreciera venta de boletos para el próximo encuentro.

Ayer el Alcalde Benítez Torres aseguró que los concesionarios ya se acercaron.

“El sábado en la noche el señor Toledo (concesionario) me llamó por teléfono, pero no le contesté porque no es la forma de atender el asunto que sabía desde hace días. Yo tengo el estudio de fechas atrás de su comportamiento de pago y es muy irregular, nos llamó la atención que los consumos disminuyeron tanto”, comentó “El Químico”.

Reveló que la familia Toledo le pidió ayuda al Gobierno del Estado, incluso que ha recibido presiones.

-- ¿Presiones de quién?

“De los empresarios, en lugar de venir acá tocaron puertas en Gobierno del Estado. En diferentes direcciones, nos llamaron a ver si era posible que los consideremos, les dije ‘cero tolerancia’, está muy sencillo: que pasen a pagar, si no va a seguir clausurado”.

El Alcalde aseguró que la separación de ex empleados de Jumapam ha sido lenta, conforme detectan su presunto vínculo al caso.

“Hemos ido separando a ese equipo de la Junta, yo lo dije hace mucho que era una mafia, una película de horror, y hemos ido sacando gente que se prestaba para eso, no hemos terminado por hacerlo, eran protegidos de muchos empresarios, y para mala fortuna de los empresarios, hubo modificaciones a las sanciones, se actualizaron, por eso subió (la multa)”, agregó.

-- ¿Hay investigación entonces al interior de Jumapam?

“Estamos trabajando en eso, por eso hemos separado a varios trabajadores, como a siete u ocho de rango alto”.

-- ¿Inmiscuidos en este asunto?

“Sí, una mafia”.

Agua robada, recibos alterados

Apenas tiene 27 días en el cargo, pero el gerente general de la Jumapam, Quel Galván Pelayo, ya enfrenta el primer conflicto polémico de la administración morenista: la deuda de 3 millones de pesos de los concesionarios del estadio “Teodoro Mariscal”, un caso que ha revelado cómo operaba por dentro la Jumapam, con morosos con deudas millonarias.

El funcionario reveló ayer que en las revisiones históricas del estadio detectaron que poco a poco bajó el consumo y la cantidad de sus pagos, al mismo tiempo que se realizan obras de remodelación de las instalaciones completas. El consumo no les cuadró con lo facturado, pues en una obra el consumo de agua incrementa, entonces sospecharon de una toma clandestina.

“Hay una infraestructura original del estadio que es la toma de una pulgada y media, que es donde está el medidor original, pero hay otra de dos pulgadas que no tiene medidor registrado, que ellos argumentan es una toma instalada por Jumapam, pero no hay ningún registro de esa toma, no hay ningún contrato, por eso es irregular”, reveló.

Incluso, los concesionarios aseguran que Gobierno del Estado se las permitió, agregó.

-- ¿Y cuánto debe y desde cuándo?

“Se hace un estudio de los consumos de años anteriores, con base a los históricos es lo que se está cargando en el medidor que sí tienen contrato, en el otro no tiene histórico; debía llegarles de 25 mil pesos y estaba (el recibo) muy por debajo de eso... marcaba mucho menos, hay recibos, creo que hasta de 800 pesos y se entiende, pero hay una segunda toma dando el servicio. Tenemos detectado que el medidor dejó de marcar cuando inició la obra, y durante el proceso ellos instalaron la segunda toma (ilegal)”, agregó.

Las obras de remodelación del estadio iniciaron en enero pasado, es decir, los concesionarios habrían dejado de pagar desde hace once meses sin ninguna consecuencia. Sin sanción. Sin exigencia de pago.

Galván Pelayo aseguró que, debido a esta irregularidad, están revisando prácticamente todos los contratos y convenios con otras empresas de Mazatlán, lo que llamó “un barrido”.

“Estamos en un círculo vicioso, hay una gran evasión del pago del agua y mucho robo, la eficiencia de la junta es baja, en el sentido de lo que produce en la demanda de agua con lo que se recaba, es muy poco y la mayoría es derivado de tomas clandestinas y de agua que no se contabiliza”, reveló.

Esta omisión de pagos, dijo, ha contribuido a la crisis en que se encuentra la Jumapam desde hace años, al menos el rezago actual de pago supera los 240 millones de pesos debido a dos motivos: agua facturada no pagada, y las fugas históricas.

“Se pierde casi el 60 por ciento del agua que produce, porque Mazatlan no tiene agua, te la tienes que traer de Villa Unión, potabilizarla, y el agua que sale de la potabilizadora, la que podemos cobrar, es 40 por ciento únicamente, el otro 60 por ciento esta ahí escondido no facturado, dado”, agregó.

-- ¿Entonces alguien no la estaba cobrando?

“Ésa es la tarea que tenemos”.

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